El Caso Sandra

29 09 1987

Un panadero se levanta muy de

madrugada para hacer el pan

nuestro de cada día. Cada pan

lleva la huella de su

cansancio. Una muchacha se

levanta al mediodía, y al

atardecer sale en busca de un

turista a quien venderse por

billetes con rostros de

patriotas desconocidos. A eso

se llama en el argot “hacer el

pan”. Es muy distinto el sabor

de ambos panes.

Sandra conoció a su padre a los once años. En ese momento, el que hasta entonces había sido un desconocido, se convirtió en un extraño. Aunque ella era la mayor de cinco hermanas, había pasado la mitad de su vida con una tía solitaria que le inculcó su filosofía de la autodefensa: “Aunque sea un varón. Si te da, coges un palo y se lo rompes en la cabeza. Para que te respeten, primero tienes que enseñar que tú sí no eres pan suave. Mira a tu madre: quince años con ese hombre, esperándolo (así sean tres meses o tres años) y lavándole los calzoncillos cuando regresa. Por eso yo vivo sola. A mí nadie me mangonea. Apréndete eso”.

Durante once años, Sandra vivió por temporadas con su madre, que no la dejaba salir a jugar, y menos juntarse con varones, porque el lugar de las mujeres es la casa y, además, tú tienes que ayudarme. Desde los siete lavaba los pañales de los más chiquitos y a los nueve aprendió a cocinarles el almuerzo cuando volvía de la escuela, porque la madre empezó a trabajar y no podía atenderlos. Cuando se barruntaba un regreso del padre, ella sabía que su sitio en la cama matrimonial sería ocupado, y que no quedaba ni más espacio ni más remedio que volver a la casa de su tía, en un pueblecito al oeste de la ciudad. Nadie se lo explicó. No hacía falta. A los once años, Sandra entendía demasiado y había cambiado nueve veces de escuela.

Sandra conoció a su padre gracias a que él fue amonestado en el núcleo del Partido por la falta de atención a sus hijos, y regresó a la casa más o menos definitivamente.

No la dejaban ir a la playa, a los cines por la tarde, a casa de las amigas, ni a las escuelas en el campo, para que pudiera atender a los más chiquitos y al padre cuando su mamá estaba enferma o trabajando. De los once a los quince años, Sandra se ocupó de todas las tareas domésticas, terminó el noveno grado y recibió unas cuantas palizas: por llegar tarde, por pedir dinero en la calle, por robar en una tienda, por ir a una fiesta sin permiso, por escaparse de la escuela para dedicarse en la biblioteca municipal a leer libros que muchas veces no entendía, o ver hasta tres veces seguidas la misma película, porque era capaz de transportarse al país del libro o al país del cine, donde no había que lidiar con la casa y las personas eran más comprensivas;. La segunda vez que robó, los padres no se enteraron. El policía que la detuvo dio varias vueltas por la ciudad con ella, buscando su casa, hasta que llegaron a una secundaria. Sandra le dijo que ella estudiaba allí, y la directora logró que se la dejaran, con el compromiso de que no reincidiría. Cuando el policía se marchó, la directora llevó a Sandra hasta un parque cercano, y estuvieron conversando durante dos horas. Aunque no estudiaba en aquella secundaria y nunca había visto a aquella mujer, y quizás por eso, le contó todo lo que llevaba por dentro, y quizás por eso también rompió todas las barreras de autodefensa inculcadas por su tía, y lloró por primera vez desde que tenía memoria.

A los quince años, el padre la sorprendió en el hueco de la escalera haciendo el amor con su segundo novio. O, al menos, eso supuso. La botó de la casa, a pesar de que ella, por lo nerviosa y asustada, aún era virgen. La segunda hermana ya tenía edad para hacerse cargo de la casa.

Sandra empezó a trabajar en un plan agrícola donde le daban albergue, comida y sueldo. Conoció a un hombre de 35 que la preñó cuando ella había recién cumplido los dieciséis.

El padre lo supo cuando ella ya había donado la sangre para su propio legrado, falsificando el nombre en la tarjeta de donante. Buscó al hombre y la esperó a la salida del hospital. De allí fueron directamente a la notaría. Sandra fue casada con el que todavía es (oficialmente) su marido, aunque nunca más lo ha vuelto a ver.

Regresó a casa de su tía y trabajó durante cierto tiempo en una fábrica. Conoció a Braulio, cuarentón, divorciado y subadministrador de una pequeña empresa. Durante el año que estuvo con él, Sandra cambió cinco o seis veces de trabajo hasta que él le consiguió en la empresa una plaza de cajera. Entre los dos falsificaban las firmas en las nóminas, aprovechando el pago a destajo, lo que les proporcionaba entre 400 y 500 pesos adicionales cada mes. Braulio era habitual del bar Venecia y a través de él Sandra aprendió a beber, a fumar (tabaco negro y marihuana) y conoció la existencia de la pornografía. Varias veces la incitó a establecer relaciones homosexuales con amigas que traía después de sus incursiones al Venecia. Durante ese año, Braulio pagó cien pesos a un vecino para que no lo acusara de mirahuecos. Conversaba mucho con Sandra sobre las cosas de la vida, y se interesaba por sus problemas. Ella comenzó a acostarse con otros hombres y salió embarazada. Aunque Braulio era estéril, le insistió en que se lo dejara. Estaba dispuesto a criarlo como si fuera de él. Sandra recogió sus cosas y se fue a vivir con el autor del embarazo. Se hizo su segundo legrado. Una semana o dos más tarde, el hombre la botó porque le faltaba un mes para casarse y tenía que arreglar la casa.

Entonces transcurrió un período que ella prefiere olvidar: comía a veces en casa de una amiga; otras, le prestaban dinero para la fonda. Se bañaba donde y cuando podía, y dormía en las funerarias o en las guaguas de recorrido largo —la 7, la 20, la 64—. Cinco o seis veces pernoctó en posadas con hombres ocasionales. Uno de ellos la dejó durmiendo y se fue sin pagar. Por la mañana, como no tenía dinero, accedió a acostarse con el posadero para que no llamara a la policía. Fue una de esas noches, en la funeraria de Infanta, cuando conoció a Teté, quien la invitó a su casa, le prestó ropa y le propuso que se quedara con ella el tiempo que quisiera. Durante una semana o dos, Teté fue tanteándola con mucha cautela, y el día que Sandra cumplió diecinueve, la invitó a un restaurant y le regaló un vestido. De regreso, bebieron hasta muy tarde y se acostaron juntas por primera vez.

Sandra empezó a frecuentar el parque de G y 23. Conoció a todas las amigas de Teté y se encargó de la casa mientras ella iba al trabajo. A veces se aburría de tanta soledad y se iba a pasear con alguna amiga reciente. Teté nunca le perdonó esas salidas y los altercados iban subiendo de tono a medida que transcurrían los días. Detenidas por escándalo público varias veces, después de una pelea especialmente violenta, Sandra fue encarcelada por lesiones. Pero Teté levantó la acusación antes que la procesaran y fue a esperarla a la salida de la estación con su brazo izquierdo enyesado.

En esos días, Sandra conoció a Adrián, un jinetero que controlaba a dos putas del puerto. Él le mostró las interioridades del ambiente. La adiestró en ligues de cabaret, cambio de dólares, frases claves para atraer clientes en varios idiomas, compra en tiendas INTUR “Easy free Shopping”, coartadas para evitar actas de advertencia, mercado negro y sistemas de soborno a los guardas de hoteles.

Cuando hubo aprendido lo suficiente, le dijo bien claro a Adrián que ella sería independiente, y él se conformó con ser su punto fijo de cambio.

Aunque empezó a contribuir con su dinero a los gastos de la casa y no abandonó sus relaciones con Teté, la situación allí se hizo cada vez más difícil, porque la otra no soportaba sus incursiones nocturnas, y mucho menos que se acostara con hombres.

Cada noche salía a “hacer el pan” entre el Anfiteatro y la Avenida de Paula. Marinos recién desembarcados eran conducidos a casa de Tomasa, que alquilaba los cuartos por diez o quince dólares la noche, a cuenta del cliente. Los lances rápidos eran resueltos en alguna posada cerca de la terminal de ferrocarriles. Ganancia neta: diez a veinte dólares por noche (de 50 a cien pesos según el cambio). En el Parque de los Mosquitos conoció a Zaida Telegrama. Llevaba más de diez años en el ambiente y había adquirido una enfermedad venérea y dos hijos de un griego. Le contó sus empezares buscando a un extranjero que se casara con ella y la sacara del país, que el griego le había prometido, pero hasta ahora, nada; que estaba hasta aquí de todo eso; que no fuera comemierda, que ella tenía juventud y clase; que se comprara buena ropa y se fuera a hacer el pan, sin apuro, en los hoteles de primera. Que estaba cansada, muy cansada.

Cuando Zaida se suicidó, a sus veintiocho años, Sandra dejó el puerto y reservó una semana en Cienfuegos con sus ahorros. Allí, sola, lejos de Teté, lejos de la ciudad, reconsideró los consejos de Zaida.

A su regreso, Adrián le prestó los doscientos dólares que necesitaba y la conectó con un funcionario de cierta embajada que hizo las compras en una tienda para extranjeros: dos pares de zapatos, vestidos, dos blue jeans, blusas, pulóveres, pantalones Pierre Balmain, accesorios y cosméticos.

Tuvo la pelea final con Teté y se mudó a casa de Caridad La China, que trabajaba en la zona de Coppelia con el marido. El buscaba los puntos, principalmente españoles y mexicanos, y la recogía cuando terminaba. A veces trabajaban juntos, cuando los clientes eran parejas o grupos donde hubiera mujeres, homosexuales o pornógrafos. En esos momentos no les escaseaba el pan, porque en los nuevos grupos de turistas siempre venía alguien que iba a verlos o los telefoneaba, recomendado por viejos clientes.

Le propusieron unirse a ellos, pero Sandra siempre prefirió trabajar sola.

Se levantaba cerca de las cuatro y a las seis, perfumada, bien vestida, amueblada, se encaminaba hacia algún hotel exclusivo para el turismo internacional. A veces un carpetero avisado (y pagado) le suministraba los teléfonos de las habitaciones donde extranjeros solos, presuntos clientes, recibirían minutos después su llamada dándole a entender que era un error, pero que si por casualidad el que hablaba no era el español interesante de las sienes canosas, y que ella lo había visto, y que cómo no, ella estaría en el lobby y… Otras veces se sentaba en el lobby o entraba al bar. Leía una revista o bebía con aire de aburrimiento, mientras estudiaba con cuidado a los posibles clientes. Los más abordables eran los latinoamericanos y, en especial, los mexicanos, que preferían las rubias, los españoles y otros euro occidentales, adictos a las negras; los norteamericanos (escasos), y los africanos, pero a esos les temía por las enfermedades. La experiencia (y las lecciones de Adrián) le aconsejaban hombres de mediana edad, porque los jóvenes frecuentemente no tienen dinero y, por lo general, son tacaños con las mujeres. Los mayores de 60 viajan casi siempre acompañados, o son dados a achacar a la mujer los resultados de su decrepitud sexual, son difíciles de conquistar, susceptibles, irritables, muy escépticos con las motivaciones de la mujer. Porque el quid de la operación está en que no parezca lo que es. El ofrecimiento debe ser muy discreto, y la demanda, muy lastimera, solapada por una deuda a medio pagar, o lo triste que es tener un vestido rojo sin zapatos que le hagan juego, o cualquier otra historia más o menos televisiva. Primero, después de seleccionado el hombre, pedir un cigarro, la hora, o entablar de otro modo la conversación: Cuba, las ofertas turísticas, los lugares más interesantes de la ciudad. Si el hombre invita a cenar o a un trago, entonces se entra en una fase más íntima, de oferta y demanda. Si el pago es en especias, pasan primero por la tienda, efectúan la compra y después Sandra sube a la habitación. Al principio, bastaban diez dólares en el bolsillo del ascensorista. Cierta vez, ya en la habitación, un policía le tocó a la puerta y le pidió que bajara. Lo hizo, pero bien colgada del brazo del turista. En la recepción, el ascensorista la señaló: “Sí, es ésta”. Entonces el propio extranjero le dijo al policía: “Dígale que le hable de los diez dólares que tiene en el bolsillo”. El ascensorista no se había preocuparlo por esconderlo. Y fue preso.

Si el pago era en dinero, se acordaba el precio, que oscilaba entre 40 y 100 dólares. No menos. No más. Dos hombres se negaron a alcanzar cuarenta. Perdió esas noches, porque, de aceptar, habría sentado un mal precedente. También le ocurrió encontrar clientes más sabios, que dejaban el pago para el final y después la amenazaban con la policía.

Tuvo varios altercados con guardas de hoteles. En dos ocasiones le quitaron la compra. Otras, bastó con un obsequio, y una vez se acostó con el guarda. Por lo general, cuando quemaba un lugar, iba a hacer el pan en otro, de modo que un mismo equipo de vigilancia no la tuviera demasiado tiempo a la vista. En tres ocasiones, la detuvieron, y otras tres se libró gracias a la protección del turista, que comenzaba a protestar en nombre de los derechos humanos. Un italiano se montó incluso con ella en la perseguidora y logró que la liberaran en la estación de policía. Salvo una, ella evitó todas las actas de advertencia, porque era muy difícil acusarla de prostitución, a menos que hubiera denuncia, y eso era virtualmente imposible. Las tres veces fue detenida por el mismo policía, uno que cierta vez, en el Hotel Nacional, la llamó a un lado: “¿Por qué tú andas en eso? Eres joven, bonita, inteligente. Tienes todas las oportunidades. Mi hija es de tu edad. Se parece a ti. ¿Por qué?”. “Yo no estoy en nada”. “Eso díselo a otro”. “Oiga, usted la tiene cogida conmigo”. “No, yo la tengo cogida con eso en que tú andas”. “Pero yo no…”. “Mira, yo sé que Tormenta, Candela, La China y todas esas quieren irse del país y andan buscando a alguien que las saque, pero tú… ¿tú también?”. “Ni loca”. “¿Entonces? ¿Tú no te das cuenta, coño, de la imagen que estás dando de tu propio país? Eso me recuerda un refrán: El pato no caga donde come. Y tú estás cagando el lugar donde comes”. “Pero mire, policía, yo…”. “No me digas más nada. Sale de eso, porque si yo te veo, donde quiera que te vea, aunque te estés tomando un helado en Coppelia, te voy a meter presa y me vas a tener que oír. O tú sales de eso convencida, o sales por cansancio”.

Tres veces la detuvo. Al otro día tenía que soltarla.

Aquello de la imagen y del pato le recordó algo que le había sucedido con un francés que empezó a hablar mal de Cuba, de los cubanos. Cuando ella le dijo que no, que la sociedad, que no había pobreza ni mendigos, que la medicina y la educación…, él le respondió: “Mira quién habla: puta y comunista. Tú no te vendes por pesos ni por rublos. Tú te vendes por dólares, ¿te das cuenta?”.Se calló, pero nunca pudo olvidar aquella frase.

Cuando por alguna razón no podía subir a la habitación del cliente, lo llevaba en su taxi —ya para entonces tenía su taxista fijo, que le cobraba entre 20 y 30 pesos diarios— a 11 y 24, 2 y 31, o alguna otra posada donde hubiera buenos cuartos habilitados al efecto y sin cola, por veinte pesos libres de impuestos, más los gastos a costa del turista. A veces, sobre todo después que empezó a extenderse el SIDA, y cuando el cliente era sospechoso, efectuaba la compra y después de “daba línea”. Para eso el taxista tenía que estar bien avisado, y al final se le pagaba en especias: un pitusa, un juego de blúmer. Dar línea consistía en llevar al turista hasta algún sitio de la ciudad (“llegamos, es aquí”), y cuando él ya se había bajado, mientras le tendía la mano para ayudarla, arrancar en segunda dejándolo en la calle. El taxista, a su vez, podía darle línea a ella o amenazarla. Otras, el propio taxista vendía bebida a los extranjeros, marihuana, o prestaba otros servicios, siempre pagaderos en divisas. Había algunos que simultaneaban su trabajo con el jineteo.

Lo más peligroso eran los dólares: tenencia ilegal de divisa cuesta (costaba entonces) hasta ocho años de prisión. El mayor apuro lo pasó un día a la salida del Riviera. Dos policías intentaron detenerla para registrarla. Ella se tragó el billete de 50 dólares. Entonces dejó que la registraran. Ya no valía la pena. Por eso la entrega de los dólares siempre se hacía en el mismo hotel o muy cerca. Cuando no encontraba a alguno de los “puntos” que controlaba Adrián, le cambiaba al primer jinetero conocido que apareciera. A veces prefería un cambio más bajo, pero rápido y seguro, que andar con dólares por la calle. Cuando no le quedaba más remedio, se los introducía en el ano o en la vagina. El punto generalmente entregaba a otro en el baño y el otro era el que hacía la entrega afuera. A veces los dólares cambiaban cuatro o cinco veces de manos antes de llegar al que tenía el pasaporte falso para comprar, el contacto con el extranjero —que cobraba del 15 al 20%. El primer sistema ofrecía mayores ganancias, pero era más arriesgado.

Sandra seguía trabajando independiente; aunque esa independencia era relativa: 20 o 30 pesos diarios al taxista más la pacotilla de las líneas, de 20 a 40 pesos para entrar a cabarets por parejas o sólo para huéspedes. Entre 80 y 130 pesos mensuales por la habitación alquilada en casa de personas que a su vez servían de intermediarios en la bolsa negra, y que por algo más le dejaban traer los clientes a la casa; gastos de ropa y comida, porque ya, la invitaran o no los turistas, ella comía siempre en restaurantes y, con el tiempo, los gastos en bebida, que iban aumentando gradualmente.

En tres de las casas donde estuvo viviendo le robaron todo lo que tenía. No había reclamación posible. La tercera vez, pagó cien pesos a dos hombres para que apalearan al tipo. Casi lo matan. Aunque nunca llegó a la dependencia, como le ocurriría con el alcohol, compraba marihuana de vez en vez, que en ocasiones revendía a los turistas, aunque casi siempre era para su consumo. Probó el hachís por primera vez con unos franceses que conoció en el Floridita. Estaba bebiendo en la barra cuando la muchacha la invitó a su mesa. Su esposo y su cuñado querían que los acompañara esa noche a Tropicana. Después, durmió con el cuñado en el Riviera y, al día siguiente, se fue con ellos medio mes para Varadero. Por las noches se desnudaban, se engrasaban todo el cuerpo y compartían la cama y el hachís los cuatro indistintamente juntos.

Lo mejor era “instalarse”: un turista —varón, hembra, pareja o grupo— quedaba(n) complacido(s) con ella y la instalaba(n) en el hotel o en la Marina Hemingway, donde los controles eran menos rigurosos, de modo que se convertía en acompañante fija durante el tiempo que durara la estancia. Así vivió dos meses en el Riviera, un mes en el Capri, veinte días en la Marina Hemingway, y un mes y medio en casa de un matrimonio de diplomáticos euro occidentales, que ocasionalmente invitaban también a Javier Luis, estudiante de preuniversitario y lindo como una muchacha.

Durante ese tiempo conoció a Bobby, homosexual rentable; a María Luisa, cuya madre había intentado a toda costa salir del país y ahora le buscaba los puntos a la hija; al Dulce, que vivía de complacer la propensión a las aventuras tropicales de algunas turistas viejas y adineradas.

A Sandra y al Dulce los contrató un fotógrafo italiano a razón de 300 dólares per cápita, para una colección de fotos en colores.

Y conoció a Mercedes, una estudiante universitaria inteligente y simpática, que durante mucho tiempo se dijo su amiga, se puso su ropa, vendió alguno de sus pitusas y le sirvió de enlace telefónico con Mejías, un negociante español que instaló a Sandra tiempo después y del que ella aún cree haberse enamorado. Rompieron la amistad, porque Mercedes le pidió a Mejías, en nombre de Sandra, que estaba entonces en Varadero, un videocasete y un sistema estéreo. Después de eso, Mercedes nunca volvió a contestar al teléfono, hasta que un día su madre, ante la insistencia de Sandra, le dijo terminantemente que no la llamara más, que su hija no tenía nada que ver con putas.

Durante bastante tiempo, Sandra creyó que todo lo hacía por ahorrar para comprar la casa que nunca había tenido. Pero entre los gastos excesivos y los robos flagrantes o solapados, no era mucho lo que podía ahorrar. Poco a poco se fue dando cuenta que lo más importante era el gusto por el lujo, el gusto por el placer rápido, la buena ropa y todo lo que complaciera su hambre antigua. Por entonces, ya no le era fácil contenerse con la bebida. Dio varios escándalos en varios hoteles de donde la expulsaron varias veces. En ocasiones, ni siquiera cobraba, sobre todo cuando el turista le caía bien y estaba drogada o borracha.

Cierta vez se asuntó mucho: un turista de nacionalidad poco definible le dio a probar, en el cuarto 607 de un hotel, una marihuana muy fuerte (que quizás no fuera marihuana). Ella, enloquecida, casi se lanza desnuda por el balcón. El hombre la detuvo, la tranquilizó, y comenzó a hacerle preguntas y a grabar. Ella, aunque no poseía ningún dato confidencial de nada, se vistió como pudo y corrió, medio drogada aún, a contárselo a la policía. No supo nada más del asunto.

Otro día se asustó más: se encontró arrugas en las comisuras de los ojos y estuvo llorando sin parar hasta que se durmió. Dos días antes, La China se había dado candela en su cuarto de la Víbora. Tenía treinta años.

Ya no hacía el pan. Ahora era cabaretera. Bastaba la invitación a comer, los tragos y el hotel. Vendió algunas de las cosas que le quedaban y entonces Mejías la salvó instalándola en el Habana Libre. Él le hablaba mucho y la convenció para dejar la calle. Yo te apoyo, no te preocupes. Y cuando se fue, le dejó pagados cuatro meses en un cuarto del Cerro, dinero y algunos equipos para que los vendiera. Consiguió trabajo en un taller, pero no lograba llegar temprano casi nunca. Empezó a salir con un operario del segundo turno y le contó su vida a la compañera del sindicato, para que la ayudara. Ella le dijo que se haría lo posible y advirtió al operario la clase de punto que era Sandra. Pero lo peor fue que, después de algunas dilaciones, cuando por fin se acostaron juntos, Sandra no sintió nada. Le echó la culpa a él de no ser lo suficientemente hombre para hacerla sentir. Él hizo todo lo que pudo, hasta que le empezaron síntomas de impotencia. Entonces Sandra abandonó el trabajo y empezó a cambiar de hombre casi a diario; pero no sintió nada. Durante uno o dos meses volvió a hacer el pan, pero ya lo más importante no era el dinero.

Cuando acudió en busca de ayuda a una institución, la remitieron al sicólogo, que se encargó de hablar con ella tres veces por semana. Siguiendo sus recomendaciones, Sandra se fue de la ciudad, donde encontraba conocidos en cualquier sitio. Ahora trabaja como operaria en una línea de envases de cierta fábrica de la industria alimenticia, por ciento veinte pesos mensuales, y vive con un hombre que no conoce su vida, que no la escucha, que la desea pero no la ama. Un hombre que ella tampoco ama.

Ciertos fines de semana regresa a la ciudad, pasa la noche del sábado con viejas o nuevas amistades ocasionales en algún hotel, y el domingo se impone la obligación de regresar a sus ocho horas de trabajo y al hombre que le lleva veinte años, no bebe, no baila, la mantiene y con el cual tampoco siente nada.

Cree haber abandonado para siempre la prostitución, pero no está segura.

Sandra tiene ahora veintidós años. Aparenta treinta y cinco.

 

“El caso Sandra”; en: Somos Jóvenes, n.º 93‑94, La Habana, septiembre, 1987.

“Der Fall Sandra”; en: Konkret. Hamburg, Alemania. 9 de septiembre, 1988, pp. 36-41.

“Der Fall Sandra”; en: Cuba Libre, n.º 3, Köln, Alemania, septiembre, 1988. pp. 24-29.

“Der Fall Sandra”; en: Adelante Kuba!: Wege einer Revolution Edition Marxistische Blatter; Neuss, Alemania, 1989.





28 millones y otras pérdidas (Las bajas universitarias)

29 05 1986

Más de 5 000 estudiantes causan baja anualmente

                                                 en catorce centros universitarios del país.

                                                  Además de las pérdidas materiales, está

                                                  el fracaso de un largo proceso que debió

                                                             prepararlo para la universidad.

                                                 Sólo la mitad de los jóvenes que ingresan

                                                           en las universidades, se graduan.

Para este trabajo se entrevistaron unos 300 estudiantes del nivel medio y superior, en los siguientes centros: Institutos preuniversitarios José Martí (JM), René O’Reiner (ROR), Antonio Guiteras (AG), Pablo de la Torriente Brau (PTB), Rubén Martínez Villena (RMV), Vocacional Lenin (L),  Pedagógico Presidente Allende (PA), primer año de matemática (M), y primero de Microbiología (B), ambos de la Universidad de La Habana, segundo año del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) primer año de actuación del Instituto Superior Pedagógico del MINED, del MES, profesores, etc.

Se consultaron investigaciones realizadas por el Centro de Estudios sobre la Juventud, de la UJC, y por la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, así como algunos documentos del MINED.

Ulises Arrans (FEU): Las bajas en primero y segundo años son un problema. Las cifras son alarmantes. De hasta 40% o más.

Lic. Mario Luis Rodríguez (Decano Fac. de Biología UH): En primer año aquí, la promoción contra matrícula es de las dos terceras partes y las bajas en primer año son, en su inmensa mayoría, por razones docentes.

Ing. Onelio Borroto (Director docente metodológico MES): Son fundamentalmente en primero y segundo años. En los otros son muy excepcionales.

CIFRAS:

A partir de la información suministrada por la compañera Greta Crespo, jefa del Departamento de investigaciones económicas del centro de estudios para el perfeccionamiento de la educación superior (CEPES) y de las cifras suministradas por el MES, constatamos la magnitud real de este fenómeno. Un estudio hecho en la Universidad Central de Villa Clara determinó los costos unitarios de una baja promedio (se duplica en caso de que ocurra en segundo año). Estos llegan a ser de $2 276.00 para un becario extranjero y de $1 817 para uno nacional pero, como promedio, están por el orden del millar y medio de pesos anuales. ¿Cuánto han costado entonces al país las bajas universitarias en primero y segundo año durante los últimos cursos? Veamos el recuadro 2, teniendo en cuenta que sólo incluye a los centros adscriptos al MES, no a Ciencias Médicas, a los pedagógicos, el Instituto Superior de Arte, etc., que tienen también un importante peso.

¿DONDE ES MAYOR?

Ing. Onelio Borroto (MES): En la Ingeniería, en física, matemáticas; generalmente en las especialidades que tienen una alta demanda de matemáticas en su plan de estudios. En mecanización agropecuaria, riego y drenaje, etc.

¿A qué atribuyen esto?

Pedro (M): La matemática es muy mecanicista en el pre y los profesores con mala preparación no nos enseñan a pensar. Hay gente que coge la carrera en última opción. Pero aquí nadie abandona la carrera. Los botan. De 91 quedamos 58 después del primer semestre. Hay bajas docentes, licencias y, en menor grado, aquellos a los que no les gusta la carrera.

En el informe: Sobre los problemas de articulación del nivel medio superior de enseñanza con el nivel superior se plantea que entre los estudiantes de primer año de Matemática (curso 79‑80), sólo el 8,3% obtuvo sobresaliente en el primer semestre; el 44,4% aprobado; desean cambiar de especialidad el 70,8%, el 68,4% en física y el 64,4% en química. Las proporciones son del 50 al 60% en estas especilidades y el 30% de los estudiantes causan baja en primer año.

Fernando González Rey (Motivación profesional en adolescentes y jóvenes) demuestra que entre los alumnos que causan baja en esas especialidades (curso 79‑80), el 88,2% eligió la carrera en últimas opciones, el 11,8% por causas extravocacionales, y el 64,7% no posee información sobre los contenidos de la especilidad.

¿A QUE ATRIBUYEN ESTO?

Dalvis (AG): Otro delos factores que inciden en la deserción es que el estudiante está habituado a una cosa y cuando entra a la universidad sufre un choque muy grande: clases por conferencias, evaluaciones sistemáticas, estudio por libros. Un ejemplo: nosotros estudiamos por Afanásiev, pero Abelito, el que era presidente de la FEEM, en un seminario de filosofía de la universidad, se puso a hablar y la profesora le dijo: te voy a dar cinco porque eso lo dijo Afanásiev, pero si eso mismo lo dices tú, te doy dos. Allá la obligan a una a estudiar por los clásicos y termina casada con ellos.

Ing. Omelio Borroto (MES): Hay que valorar diferentes factores: La enseñanza precedente, la orientación vocacional, el cambio a la universidad con mayor independencia del estudiante y diferentes métodos de estudio, las características de los planes de estudio en primero y segundo año, que tienen una carga importante de ciencias básicas.

C Dro. Miguel Torres (Viceministro, MES): Y el déficit de profesores en las ciencias básicas, la incorporación de personal docente joven. No siempre la atención a primero y segundo años es lo que quisiéramos. Hay deficiencias en la atención que requiere el proceso de adaptación del joven a la enseñanza superior. Internacionalmente, las bajas en la educación superior se producen entre primero y segundo año. Si analizamos retrospectivamente, ha habido una mejora. Pero si comparamos con la URSS, donde ingresa el 15% de los graduados de pre…

Y aquí, ¿qué por ciento entra?

Dr. MIguel Torres (MES): Es diferente entre varones y hembras, pero ingresa casi la mitad. Entre las causales de las bajas, hay un por ciento atribuible a la educación precedente, pero también el estudiante llega con ciertos hábitos de dedicación al estudio. Y si no estudian en la primera parte del semestre, después una gran parte no supera la barrera de la materia acumulada. La dedicación al estudio no es estable, sino una curva exponencial en el semestre, que muchas veces tienen que ver con deficiencias nuestras en la planificación de las evaluaciones periódicas. También hay la tendencia al estudio colectivo y no se hace el énfasis necesario en la profundización individual. Cuando estamos obligados a establecer un horario de clases que no cumple los requisitos adecuados desde el punto de vista pedagógico, no cabe duda de que el nivel de asimilación disminuye. Los índices de bajas en nuestros años superiores, son comparables con los de cualquier país desarrollado, los indicadores de promoción son estables. El bache está en primero y segundo años. Aunque los del pre le echan la culpa a los de secundaria, la política del MES es analizar nuestros problemas. El día que tracemos como consigna que la culpa la tienen los preuniversitarios, no vamos a resolver nuestros problemas.

PRINCIPALES CAUSAS

El 85% de las bajas son por insuficiencia docente, bajas voluntarias y aún más las licencias de matrícula, índice que aumenta. Según los profesores las causas de las bajas son:

1‑Problemas docentes, de base y metodológicos; 2‑Problemas vocacionales, de salud, familia, etc; 3‑Embarazo, matrimonio, hijos. (Resultados parciales en la aplicación de una encuesta sobre problemas vocacionales. Jorge Román, Instituto de Ciencias Sociales)

C Dr. Miguel Torres (MES): Las bajas se computan por insuficiencia docente, que son las mayoritarias, por sanción disciplinaria, voluntarias (los que piden su baja mediante carta al decano), por deserción (el que sencillamente se va), por inasistencia y la definitiva (caso de muerte o sin más derecho a entrar a la universidad).

Ing. Omelio Borroto (MES):  Y las licencias de matrícula.

EFICIENCIA DUPLICADA

C. Dr. MIguel Torres (MES): El proceso ha ido creando determinadas facilidades. En primero y segundo años tienen más exámenes extraordinarios que en los años superiores, e incluso la resolución 99 da la posibilidad de llevar una o dos asignaturas a los exámenes extraordinarios de agosto, los mundiales. Los que no tienen esa posibilidad (por haber suspendido más de dos asignaturas) o no aprueban en ella, pasan a trabajar durante un curso y, en el próximo, pueden reincorporarse examinando las asignaturas pendientes.

Recomienda: Que los estudiantes no causen baja en primer año. Que primer año sea un año de articulación (Informe: Sobre los problemas de articulación del nivel medio superior de enseñanza con el nivel superior.)

C Dr. Miguel Torres (MES): En el 80‑81 se eliminó el derecho a arrastrar asignaturas y a repetir. Desde que eso ocurrió, la eficiencia se multiplicó por dos y la promoción ha aumentado sustancialmente. Hay un nexo estrecho entre el nivel de exigencia y los resultados finales. En el 80‑81 la eficiencia en ciencias técnicas era 17% (de cada 100 se graduaban 17). Cinco años después es del 43%. Hay un elemento de compulsión que obliga a estudiar mucho más, la dedicación al estudio es mucho mayor hoy. La repetición es permitida, a través de la resolución 99, pero no con carácter general, y de acuerdo al juicio de su colectivo.

Ing. Omelio Borroto (MES): Otro elemento que se introdujo desde el 76‑77 es la licencia de matrícula. Si inciden determinadas causas, el decano, siempre antes de las pruebas, puede aprobar licencia de matrícula, «congela» a ese estudiante, que se incorpora al curso siguiente. Una causal es la licencia médica. En las cifras que te damos están incluidas las bajas y las licencias de matrícula.

Un expediente bastante socorrido por parte de los estudiantes abocados a una situación docente difícil, es la presentación de licencias médicas por enfermedades de los nervios principalmente ¿Es frecuente?

C Dr. Miguel Torres (MES): Ese fenómeno tiene un peso específico importante en las licencias de matrícula, al extremo de que la hemos caracterizado como «licencia por causas psiquiátricas». Recibimos la colaboración del MINSAP en función de que sea un certificado expedido por una comisión médica, no por un médico. En los lugares donde se maneja así, ha disminuido. No es posible que haya tanta gente con problemas psiquiátricos.

Ing. Omelio Borroto (MES): El 50% de las licencias del primer semestre fueron por esa causa.

¿No se reduciría en caso de que la facultad fuera más flexible (quizás no sea la palabra más apropiada) al ofrecer las licenicas, dado que esta es la solución desesperada que encuentran los estudiantes para mantener su matrícula y su carrera?

C Cr. Miguel Torres (MES):Posiblemente aumente el número de licencias y pudiera ocultar atrás un problema de actitud. La licencia se da por misión internacionalista, movilización militar, enfermedad, accidente, maternidad o embarazo, participación de alto rendimiento, por actividades como integrante de grupos culturales nacionales, por necesidades impostergables de la producción o los servicios y, además, los decanos están autorizados a concederlas en caso de que existan razones justificadas, habiendo sido analizado por el consejo de dirección de la facultad, tomando en cuenta las opiniones de la UJC y la FEU. Es decir, se puede manejar esto casuísticamente. Pero ocurre con frecuencia que el estudiante espera a última hora, bien por desconocimiento, porque no ha sido orientado adecuadamente por el personal docente o por la familia.

Es decir, ¿si el estudiante en lugar de acudir a un psiquiatra, acudiera con su problema a la institución docente, tendría derecho a la licencia?

C Dr. Miguel Torres (MES): Tendría derecho a que se analice y se le conceda en el caso de que concurran causas concretas y cuente con el aval de sus compañeros. Es una facultad del decano concederla, y del estudiante, pedirla. (Siempre antes que haya concurrido a los exámenes ordinarios).

SI PROVIENEN DE FACULTAD

Orestes (ISRI): Cuando como trabajador logras entrar a la universidad, en el centro de trabajo a veces te ponen en una disyuntiva: o eres buen trabajador o eres buen estudiante, pero no puedes quedarte siempre a las asambleas o ir a los trabajos voluntarios. Además, la mayoría o una buena parte de los egresados de facultad no pasan del primer año, por la pésima calidad de la educación en la facultad. Aquí éramos las ovejas negras.

¿Hay diferencias sustanciales entre los egresados de pre y de la facultad?

C Dr. Miguel Torres (MES): No hay un estudio de ese problema, pero sí una valoración. La promoción en cursos vespertinos, nocturno y por encuentros está por debajo de los cursos diurnos. Aunque los trabajadores sí repiten y arrastran, es decir, que la comparación no es muy válida. Pero universalmente ocurre que la eficiencia en los cursos diurnos es mayor. Hoy en cursos diurnos tenemos una eficiencia del 50%. En los años 70 era del 25%

¿Y en otros países socialistas?

C Dr. Miguel Torres (MES): De un 80%, pero no es comparable, porque los mecanismos del ingreso y la relación profesor‑alumno son diferentes. Esperamos alcanzar el 60%. En la enseñanza para trabajadores inciden otras cargas extradocentes.

ALGUNAS DIFERENCIAS

¿Hay diferencias entre estudiantes que proceden de preuniversitarios en el campo y la ciudad?

C Dr. Miguel Torres (MES): Las que hemos notado son diferencias entre distintos pre de la misma ciudad, pero sobre eso no se ha hecho una investigación. Y hay diferencias sustancias de índices entre distintas provincias. En Guantánamo y Tunas son más bajos, mientras en Ciudad de La Habana, Santiago y Santa Clara, son más altos. Las capitales de provincias tradicionales principalmente, donde el profesorado es de más experiencia y hay más tradición docente, más fuerza en los centros de educación superior, de modo que se crea un vínculo más fuerte entre las universidades y los centros de enseñanza media.

¿Hay diferencias entre preuniversitarios especiales y comunes?

Ing. Omelio Borroto. (MES): Con datos no, pero en general los que provienen de esos pre tienen mayor promoción, a pesar de que comúnmente estudian especialidades más dificiles. Y nuestros profesores están muy contentos con los estudiantes que provienen de esos pre. Su incremento debe mejorar la calidad del ingreso.

LAS CIENCIAS BASICAS

C Dr. Miguel Torres (MES): Hay un problema básico: la relación alumno profesor, que debemos mejorarla. En ciencias básicas eso siempre es más difícil, por el problema de la captación para profesores de física, química y matemática. Los muchachos no quieren ser profesores de esas asignaturas.

¿A qué ustedes atribuyen eso?

C Dr. Miguel Torres (MES): Creo que se ha disfigurado lo que debe ser un profesor de esas disciplinas. Se ha trabajado con un diseño poco apropiado para «vender» esas profesiones. Que el muchacho no lo vea sólo como el dador de clases, sino como un matemático, un físico, que entre sus funciones dentro del campo científico, investigativo, de asesor, de clases. Además, son especialidades que inmediatamente agradan al estudiante, como puede ser la computación, arquitectura… Es un problema del proceso que ocurre internacionalmente.

En un informe sobre los problemas de articulación se recomiendan estimulaciones salariales a esas profesionales.

C Dr. MIguel Torres (MES): La razón esencial no sería esa. Puede ser un mecanismo al cual se recurra. Pero la esencia del problema es hacer un mejor trabajo con el muchacho que se distinga desde la secundaria, el muchacho talentoso. Tenemos pruebas: hemos sacado a muchachos ganadores de concursos y los resutlados hansido fabulosos. Hay que hacer un plan armónico con los muchachos que han tenido una preparación previa atendida. Esto no puede ser un fenómeno espontáneo. Y se deben usar los buenos físicos y matemáticos universitarios, que con su ejemplo puedan motivar y ofrecer elementos de juicio. Deben fomentarse los concursos que favorecen el desarrollo de la ciencia. Lo otro sería algo puramente mercantil. Y por ahí pueden crearse fracasados en la matemática y desastres en la docencia de la matemática.

MEDIDAS

Ing. José Argote (Vice rector docente ISCA, Ciego de Avila): Se hace trabajo hasta con los padres para retener al estudiante, y una semana de intensivo en física, química y matemática. La retención general en los últimos cursos es de un 92%, mientras la promoción de primer año es de un 77%.

C Dr. Miguel Torres (MES): Una de las medidas es que en primer año se dejen de hacer las cuatro semanas de práctica de familiarización y se empleen en un curso de nivelación en las disciplinas esenciales de esa especialidad. Esto se hará a partir de septiembre de 1985 con las carreras de ingeniería, matemática, física, química y cibernética matemática. Como existe actualmente una semana de adaptación, serían un total de cinco semanas. Se sistematizará a partir de septiembre del 86 y veremos si, en lugar de cuatro semanas, pueden ser ocho. También se piensa hacer un concentrado de estudios en las vacaciones con los estudiantes, sobsre todo de las provincias donde los índices académicos son inferiores. Otro aspecto es seleccionar cada vez con mayor calidad al personal que actúe en los primeros años. La tercera medida (y esto no es un orden de prioridad) es la atención que le estamos dando a los profesores guías de primero y segundo año, con vistas no a que se conviertan en un elemento paternalista para el estudiante, sino en el vínculo entre él y la institución, favoreciendo la adaptación, el proceso dialéctico entre la dependencia y la independencia del alumno. Porque, ¿hasta qué año lo vamos a llevar de la mano? Pero no se puede quitar la ayuda bruscamente. Tiene que haber una adaptación en la que el profesor guía juega un papel importante. Otros factores son los planes y programas, pero en segundo no lo hemos logrado del todo. En septiembre del 88 se debe introducir la tercer versión de los planes de estudio que favorezcan, no desde el punto de vista paternalista, sino didáctico, una correcta gradación de los obstáculos a vencer para lograr los objetivos finales, de modo que con el esfuerzo personal y la yuda del profesor, los muchachos puedan superarlos.

“28 millones y otras pérdidas”; en: Somos Jóvenes, nº 79, La Habana, mayo, 1986.





El sistema de ingreso

29 04 1986

Un estudiante concluye su enseñanza media,

                                                           esa larga batallapor el promedio,

                                                           solicita cinco opciones y, al final,

                                                          la computadora decide si va a ser

                                                            ingeniero químico o economista.

Para este trabajo se entrevistaron unos 300 estudiantes del nivel medio y superior, en los siguientes centros: Institutos preuniversitarios José Martí (JM), René O’Reiner (ROR), Antonio Guiteras (AG), Pablo de la Torriente Brau (PTB), Rubén Martínez Villena (RMV), Vocacional Lenin (L),  Pedagógico Presidente Allende (PA), primer año de matemática (M), y primero de Microbiología (B), ambos de la Universidad de La Habana, segundo año del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) primer año de actuación del Instituto Superior Pedagógico del MINED, del MES, profesores, etc.

Se consultaron investigaciones realizadas por el Centro de Estudios sobre la Juventud, de la UJC, y por la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, así como algunos documentos del MINED.

DESEAMOS COMENZAR POR

algunas intervenciones en la Asamblea Nacional del Poder Popular (1984):

Carlos Lage (Primer Secretario de la UJC): El sistema de ingreso ha significado un paso de avance, porque el estuidante entra a partir de sus méritos.Que este sistema se aplique con rectitud. Hay problemas a los que hay que buscarle solución, porque hay estudiantes que se defraudan con las carreras que deben estudiar. Los problemas fundamentales son cuatro:

1. Un grupo de estudiantes que en el momento de pedir carrera no saben qué van a estudiar, por la insuficiente información profesional y orientación vocacional. 2. En el sistema no se tiene en cuenta el resultado del segundo semestre de doce. Esto no es así en ciencias médicas, por lo que se debe evaluar esta experiencia.

3. El índice que mide el sistema de ingreso es el global y no el de las asignaturas propias necesarias para ciertas carreras.

4. El sistema de ingreso no toma en cuenta la orientación vocacional del estudiante.

El sistema sabemos que es complicado, pero todas son limitaciones del sistema y hay que irle buscando las soluciones necesarias. Es preciso formular a la asamblea estas preocupaciones.

Flavio Bravo (Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular): Cuando invitamos a los estudiantes sabíamos que este problema iba a salir. Es muy importante que se haya planteado esta situación que nos ayuda a descubrir los problemas que tenemos.Recoger la preocupación.

UN INFORME Y OTROS DATOS

En el informe Sobre los problemas de articulación del nivel medio superior de enseñanza con el nivel superior, se plantea: ‑La evaluación político‑moral de los estuidantes no se lleva a cabo con rigor y exigencia. Eso lo demuestra la cantidad de devaluados. Con matrículas similares, en los cursos 77‑78, 78‑79 y 79‑80, hubo 10, más de 50 y más de 100 respectivamente, debido a una aplicación más rigurosa de la resolución ministerial.

‑Los méritos estudiantiles no influyen en el escalafón.

‑No se computan los resultados del segundo semestre de doce, por lo que no se hacen esfuerzos.

‑Como el índice se saca por las calificaciones de todas las asignaturas, esto encubre deficiencias en asignaturas básicas para la carrera, aunque de todos mñodos, este índice no corresponde a un dominio verdadero de las especialidades.

Recomendaciones:

‑Qué los méritos estudiantiles sean puntuados en el sistema de ingreso.

‑Que los resultados de las asignaturas finales se tengan en cuenta.

‑Que el final del pre se haga una prueba de nivel sobre las asignaturas relacionadas con la carrera escogida.

‑Utilizar correctamente la evaluación político‑moral.

Días antes de la prematrícula. Resutlados parciales en la aplicación de una encuesta sobre problemas vocacionales, de Jorge Roman (Instituto de Ciencias Sociales de la Academia de Ciencias), reportó que:

‑El 58% tenía plena convicción de su elección

‑Más del 10% no había realizado selección tentativa

‑El 20% no se había planteado el problema aún

Entre los plenamente convencidos, se alegaron como causa: Intereses y facilidad por materias relacionadas: 62,92%

Que la profesión permitía realizar trabajos creativos e investigativos: 48,31%

Que permite incrementar relaciones con otras personas: 43,26%

Buenas oportunidades de superación: 38,20%

La necesidad económica de la profesión, su demanda: 25%

ALGO OCURRE

Migdalia (JM): El sistema es injusto, porque mide sólo el escalafón y eso no siempre refleja al estudiante. Uno entra en la carrera, pierde el tiempo, luego la abandona, y ya le quitó la plaza al que sí tenía vocación.

Rolando (B): El sistema no es perfecto, pero es el que mejor mide. Porque si se sacara por la opinión de los estudiantes, no sería exactol Para eso está la evaluación de la moral comunista.

Elio (ISRI): El sistema del eslafón no mide los conocimientos de cada uno. En mi beca era más estricto que en  la calle. Por eso quedábamos con escalafón inferior.

Dalvis (AG): Yo tengo entendido que a las vocacionales bajaban primero las carreras y lo que queda pasa a la calle.

Indira (RMV): En Camagüey ocurre eso. Lo que queda de las vocacionales es lo que pasa a los pre.

Dalvis (AG): Todo eso lo resolvería la prueba de ingreso.

Patricia (ISRI): Las segundas vueltas para coger carreras en el pre, son para los que tienen menos de 92. Yo creo que debe existir la exigencia en toda la enseñanza y no repartir al final lo que ha sobrado.

Ildrich (ISPE): Hay muchos problemas por tratar de conseguir a toda costa la cantidad sin calidad. Y eso pasa en el país. Hay buenos promedios por amistad, por fraude. Después cogen la carrera y se quedan, aunque vinieran con 98.

Raisa (ROR): Hay carreras que vienen a última hora, como ingeniería textil.

Elaine (JM): Y respecto a las carreras militares, son muy pocas las plazas para hembras o no vienen. Hay muchas que las quisieran y no las pueden coger.

Javier (ROR): Muchos cogen cualquier carrera para trasladarse después.

Laida: Aquí llegaron las carreras y a los tres días había que pedirlas. Hay que poner a alguien que se dedique específicamente a eso. No que el subdirector andaba loco con todas las carreras y llegaban opciones cuando ya habíamos pedido otras.

Isabel (M): En mi pre, Victoria de Jijiga, curso 83‑84, nos reunieron en el teatro a los pocos que cogimos carrera y nos dijeron que teníamos que venir a la universidad a matricular, pero, ¿cuándo?, ¿con qué? Nadie sabía. Y tuve que dar mil carreras.

Rolando (B): Y lo peor son las carreras en el exterior: llegan primero y sin orientación.

Orestes (ISRI): En la facultad no bajan casi carreras. Sólo ésta o la otra. Hay que guapearlas y no importan ni el promedio ni el nivel de la facultad. Otro problema es el perfil ocupacional: si concuerda o no con tu vocación. Y eso es esencial para entrar.

PROMEDIO O VOCACION

Teresa (ISRI): El sistema hay que perfeccionarlo. No en el Instituto nuestro, pero en otras universidades sólo se mide el promedio. Se ha negado la plaza a un estudiante por un punto y se le ha dado a otro que después se ha ido del país.

Gerardo (ISRI): En la Marcelo Salado, donde yo estaba, a los que participaban en competencias nacionales e internacionales, se les sumaban 4,5 puntos al promedio. Subían siendo barcos. Uno cogió medicina y la abandonó en primer año. Es verdad que se falta mucho por las actividades deportivas. Pero es demasiado 4,5. Había quienes terminaban con 97 y entonces se ponían en 101,5. Los bajaban a 99.9.

Silvia (ROR): Hay estudiantes con promedios no brillantes y vocaciones definidas, que no cogen la carrera. Sólo puede tener vocación el que tiene promedio.

«Opciones: Los estudiantes pueden realizar una solicitud de hasta cinco opciones, estas deben ordenarse siempre de acuerdo a los intereses y la vocación (el subrayado es nuestro) del solicitan­te» (Instrucciones a los institutos preuniversitarios para cum­plimentar el sistema de ingreso a la educación superior vigente para elcurso escolar 84‑85).

Alfredo (ROR): Esto que ocurre con la vocación y el promedio es un producto del promocionismo, no mide «ni actitud ni cualidades.

Sergio (AG): El promedio debería ser el último aspecto a anali­zar.

OTRAS CAUSAS VOCACIONALES

Livia (M): Hay carreras que se cogen por promedio y nombre. Miran primero el promedio y después el nombre de la carrera. Para darse coba y al final, si no les interesa, terminar abandonándola.

DIFICULTADES EXTRAS

Iliana (B): Con las de arte es peor. En mi pre la pidieron y los profesores tenían tremendo desenchuche. No los llevaron a hacer las pruebas. Cuando fueron, ya las habían terminado. Ahora mi amiga está en el ISPJAE y a punto de dejar la ingeniería.

Marieta (ISA): El problema de estas carreras es que bajan tan pocas plazas dque no llegan al pre.

Juan Carlos (ISA): En mipre, en la Isla, yo pedí esta carrera. Los que tenían que ir a hacer las pruebas no fueron por descordi­nación entre el sectorial de cultura y el MINED. Ese año no pude, sino después que salí del servicio, por la orden 18.

Marieta (ISA): Otra cosa es el tiempo que se demoran. Estuvimos dos meses sin saber si habíamos aprobado o no el ISA, y nos exigían decidir otras.

Juan Luis (ISA): Esa carrera se baja por cultura y no por el MINED. Si fuera como las otras, a lo mejor estaría más organiza­do. En Palma Soriano le dijeron a los muchachos una tarde que tenían que estar aquí al otro día a las ocho de la mañana y ni siquiera sabían qué tenían que traer, las pruebas que harían ni nada.

Verónica (ISA): Y si aquí no te aceptan, el tiempo para pedir otra pasó y te quedas fuera.

Marieta (ISA): Otros estudiantes podía pedir hasta cinco, noso­tros estábamos obligados a una.

VOCACION Y GEOGRAFIA

Silvia (ROR): El escalafón, es loprincipal y hay que adivinar lo que va a tocarle al pre. Si tienes vocación por algo, pero no vino, estás chivado.

Alfredo (ROLR): Hay muchas carreras que se enmarcan en las ciu­dad, de acuerdo a las perspectivas de la región. Relaciones Internacionales por ejemplo.

Dalvis (AG): E lproblema del ISRI es que no hay albergues. Hay que ser de La Habana. Incluso se le ha negado a vanguardias nacionales. Porque las carreras priorizadas no incluyen a los vanguardias nacionales, automáticamente.

Salvador Vilaseca (Rector ISRI): La causa por la que no deben entrar estudiantes de otras provincias son dos: que no hay albergue y que estas carreras se ejercen sólo en organismos centrales de La Habana. Esa es una dificultad que no hay quién resuelva, porque esos organismos no tienen casas que ofrecer.

Dalvis (AG): El problema es que, después, pueden no encontrar trabajo en su región.

Indira: (RMV): Y por eso se hace para que todos puedan encontrar trabajo después.

Somos Jóvenes: Son razones que entendemos, pero por otra parte se pudiera argumentar que una buena parte de todas las figuras importantes en nuestra vida nacional, a lo largo de todos los tiempos, no han nacido precisamente en sitios vinculados con su actividad posterior, sitios donde quizás no se bajaran las carre­ras que después  ejercieron. Creemos que habrá que buscar otras soluciones. Y no esta suerte de fatalismo geográfico.

¿TRABAJO POLITICO?

Patricia (ISRI): Se han planteado metas de incorporación a cum­plir para el Destacamento Pedagógico: Y hay que cumplirlas.

Laura (ROR): Claro, porque la gente entra por obligación.

Son, además, las únicas especialidades que se pueden estudiar en el extranjero con menos de 92.

Somos Jóvenes: ¿Cómo se realiza el trabajo político con los estudiantes para entrar al pedagógico? ¿Hay algún tipo de coer­ción?

Mayda (B): Hay presiones, sobre todo a los militantes, porque la escuela tiene que llenar las plazas que le asignan.

Betsabé (JM): No se debe imponer a un militante una carrera determinada, que no le interesa.

Aleida (JM): La incidencia es desde la secundaria: A ella la presionaron para que cogiera magisterio. Dijeron que iban a mirar quién daba el paso al frente y quién no. Los padres fueron los que la hicieron recapacitar. No vale la pena coger algo que a uno no le interesa, porque después sería un mal profesor.

Somos Jóvenes: ¿En el pre no ha ocurrido?

Aleida (JM): Hay presiones y no sólo para el Pedagógico. En mi secundaria dieron una conferencia para que entraran en los IPUEC de la Isla, que si usted ve el Noticiero y lee la prensa, son un paraíso, pero por lo que yo sé, no lo son. Entonces mucha gente consigue certificados para no ir. Yo resolví, por palanca, una planilla para entrar en los Camilitos, pero ese año no dejaron entrar hembras.

UNA PREGUNTA INTERESANTE

Rolando (B): Siempre hay gentes que no matriculan o matriculan y no cogen la carrera. Esas plazas que quedan, ¿a dónde van a parar? Deberían bajarlas aquí mismo en la universidad, para si alguien las quiere puede trasladarse en las primeras semanas.

ARQUIMEDES Y EL SISTEMA DE INGRESO.

Sómos Jóvenes: ¿Hay fraude, palanca, en el sistema de ingreso?

Teresa (ISRI): Sí, hay fraude, hay sociolismo. El que tiene una palanca resuelve donde quiera. Yo he tenido compañeros, magnífi­cos expedientes que no han cogido una carrera mientras se la han dado a otro que tiene alguna palanca o que es hijo de algún dirigente, hijo de papaíto y de mamaíta. Y eso se da aquí, y bastante. Algunos dicen en el pre: yo no estudio, porque de todas maneras, a las buenas o a las malas, ya yo tengo mi carrera. Y ellos saben eso, están claros. Pasan esas cosas. Y lo ve el hijo de papá, pero también lo ve el hijo del obrero y del que está cortando caña, quienes no pueden coger carrera mientras el otro sí.

Somos Jóvenes: ¿Creen ustedes que esto sea lo más común entre los hijos de funcionario o casos aislados?

Respuesta general de los estudiantes universitarios: Si, es lo más común. Lo excepcional es el que entra por la vía normal.

Indira (RMV): Los hijos, en esos casos, no pueden ser continuadores de la obra de los padres.

¿CONOCEN USTEDES CASOS CONCRETOS?

Indira (RMV): Es difícil encontrar casos concretos con toda la información, pero los hay.

Teresa (ISRI): El año antes pasado tuvimos dos casos de mucha­chos que entraron y eran tremendos barcos, regados.

Teresa (ISRI): Hubo que sacarlos. No tenían una buena actitud ni eran militantes.

Somos Jóvenes: ¿Qué tiempo duraron aquí?

Teresa (ISRI): Un mes más o menos.

Salvador Vilaseca (Rector ISRI): En la semana cero se detectó el problema. No llegaron a asistir a clases.

Orestes (ISRI): A éstos los botaron, pero también en algunos casos el muchacho puede entrar y, si saca buenas notas, se queda y se gradúa. En cambio, esa plaza la perdió algún buen estudian­te por un punto. Ellos no dieron, pero si hubieran dado, se hubieran quedado.

Alfredo (ROR): En mi aula yo tengo dos: antes de la asamblea por la educación comunista, yo le dije: hace falta que tú cambies, porque si no, con la actitud que tienes, va a ser un poco di­fícil que puedas ingresar a la universidad. «No importa, viejo, ya yo tengo coñnseguida la carrera. Me voy para Checoslovaquia el año que viene.

Ludmila (ISA): En mi pre, el Rafael María de Mendive, una mucha­cha pidió carrera para el extranjero. No le llegó. No podía a la vez pedir medicina, que es de requisitos. Y de pronto, aunque el escalafón ya estaba hecho, cogió el dos para medicina. La madre era la director del pre. Como siempre ella se fijaba de una amiga y esa no cogió medicina. Al poco tiempo suspendió y ya no está en la universidad.

Gladys (M): En el pre Arturo Puig de Batabanó, yo era secretaria general del comité de base, y determinamos que un compañero no tenía condiciones para entrar a la universidad. Vino el director y nos presionó, después el padre del muchacho con una comitiva tremenda. Y tanta fue la presión, que le dimos el aval.

Santiago (L): Aquí tuvimos dos casos en décimo grado, de mucha­chos que tenían graves problemas ideológicos. Decidimos por la FEEM que fueran expulsados del sistema educacional. Después entraron en el René O Reiner. Y aquí fue con mitin de repudio y todo. En el pleno de la FEEM lo dijimos, pero ya habían ingresado a la universidad. Los separaron de la enseñanza superior y ahora trabajan para ver si ganan el derecho a reingresar. Hay quienes abusan de su cargo y prevalece la idea de que un hijo de funcio­nario entra por palanca aunque muchas veces no es así. Hay que hacer presión para que eso no ocurra, porque es indignante.

Guillermo (ISRI): A mí me dio repugnancia discutir con un mucha­cho. No estudiaba y se jactaba: «A mí no me importa, yo sé que la tengo asegurada».

Alfredo (ROR): En mi pre había otra secretaria del comité de base y decía: «voy a pedir Relaciones Internacionales (no tenía prome­dio): Mi papá me dijo que procurara que me aceptarn en el pre, que él se encargaba de lo demás».

QUE VAYAN A LA RAIZ

Lidia María (ISRI): Son hijos de funcionarios que no los educan como deben, ni les dicen: tú te ganas las cosas. Los padres son los que tienen que educarlos bien.

Amalio (ISRI): Cuando pase un caso así, vayan hasta la mata a discutir con el padre, a la raíz del problema.

Niurka (ISRI): Si no estudia porque tiene la carrera asegurada, es culpa de los padres, le crean la mentalidad de que papá re­suelve. Hay que analizar el nivel político que tienen esos compañeros, que inculcan esas ideas a sus hijos.

“El sistema de ingreso”; en: Somos Jóvenes, nº 78, La Habana, abril, 1986.





El baile de las decisiones

12 03 1986

Para este trabajo se entrevistaron unos 300 estudiantes del nivel medio y superior, en los siguientes centros: Institutos preuniversitarios José Martí (JM), René O’Reiner (ROR), Antonio Guiteras (AG), Pablo de la Torriente Brau (PTB), Rubén Martínez Villena (RMV), Vocacional Lenin (L),  Pedagógico Presidente Allende (PA), primer año de matemática (M), y primero de Microbiología (B), ambos de la Universidad de La Habana, segundo año del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) primer año de actuación del Instituto Superior Pedagógico del MINED, del MES, profesores, etc.
Se consultaron investigaciones realizadas por el Centro de Estudios sobre la Juventud, de la UJC, y por la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, así como algunos documentos del MINED.

Elegir profesión para la vida es una de las más importantes decisiones de cada persona. ¿Pueden los egresados de preuniversitario decidir conscientemente?
Según el informe: «Sobre los problemas de articulación del nivel medio superior de enseñanza con el nivel superior:
1. La mayoría de los estudiantes no ha recibido orientación vocacional.
2. A veces la orientación no va dirigida hacia las actividades priorizadas en el país.
3. La mayoría llenó las diez opciones por ser especialidades tradicionales, por su nombre atractivo, por embullo o estimulación de los padres, etc,

4. Se reportaron bajas solicitudes e índices académicos para las especialidades matemática, física y química.  5. Se ha tratado de resolver la orientación vocacional por medio del trabajo político y no por el trabajo vocacional.

ALGUNAS OPINIONES
Juan Ernesto Ramos (ISPE Pinar del Río. En Asamblea Nacional del Poder Popular): Una de las cuestiones fundamentales que influyen en el sistema de ingreso es la orientación vocacionaal. En el Activo de la FEU todos nos pronunciamos por enriquecer este elemento. Muchos estudiantes ingresan en una carrera sin conocerla y luego se desaniman. Sabemos qeu es una tarea del MINED con apoyo de nuestros organismos. Es un trabajo más costoso empezar la orientación vocacional en la universidad no desde el pre.

Eddy (ISRI): Hay falta de información vocacional. ¿Quién debía orientar a los estudiantes? No sé, pero está planteado por el partido y el estado.
Iris (ISPE): Para cualquier carrera hay que tener escalafón. Se coge la carrera no por vocación, sino por la que te toque. Muchos piensan que se desmerecen si optan por una carrera de pocos puntos teniendo 98. En ese caso, la vocación no interviene en la elección.
María Elena (ISPE): Cuando uno le ve el sentido a su trabajo, le gusta más. En el pre la vocación es a nivel de panfleto.
Marta (ROR): La orientación vocacional es de regular a mala. Por un problema de capacidad pasan pocos por el palacio Che Guevara. En el pre es peor: no hay.
Daysi (ROR): algunas carreras, como ingeniería genética, no tienen orientación.
Annia (JM): No es seria la formación en secundaria. Le dicen al pionero: escoge entre esto y esto. Décimo está casi excluido de la información y en doce no cumple ya los objetivos.
Isaac (M): En los camilitos sí hay orientación, pero sólo militar.

¿QUE CULPA TENEMOS?
Alfredo (ROR): Tengo 94: dicen déjame buscar las carreras que estén por esa puntuación.
Indira (RMV): Y el Pedagógico. Si lo coges con 95, te dicen: » ¿Tú con 95 vas a coger el Pedagógico?»
Alfredo (ROR): Y después se queja la universidad, pero ¿que culpa tenemos?
Lic. Mario Luis Rodríguez (Decano Facultad de Biología): Aquí todos entran por vocación, en primera opción. Aunque hay serios problemas con la orientación vocacional.

UN SOLO SISTEMA
Gretel Sánchez (Metodóloga Inspectora de la Educación extraescolar MINED): El Ministerio concibe la formación y orientación profesional como un solo sistema desde primaria a pre. No obstante, si bien se ha logrado consolidar el trabajo de los C.I. en primaria y secundaria por una amplia red de instalaciones extraescolares, entre ellas los palacios de pioneros, en pre no se ha sistematizado.

EL INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE
Jorge Luis (ISA): Sobre esto hay muy poca información. Soy de Santiago y para entrar aquí tuve que correr como loco No sabía ni qué era el ISA.
Marieta (ISA): En todas las provincias orientales pasó eso.
Yasmil (ISA): Incluso en La Habana se desconocía. YO no sabía del ISA en la Lenin.
Ludmila (ISA): A las carreras de letras en general no se les da mayor importancia.
Alberto (ISA): Venimos con los ojos cerrados.
Maribel (ISA): Los instructores de cultura, que podrían ayudar, no van porque no los hay o no hay transporte… Solo aparecen tres días antes de los festivales.
Somos Jóvenes: ¿La orientación vocacional de las carreras del ISA forma parte del trabajo de ustedes?
Gretel Sánchez (MINED): No. Esas las divulga Cultura. Y el INDER las suyas. Quizás eso sea dadas las pocas plazas y las pruebas de aptitudes.
Sómos Jóvenes: Nunca tan pocas plazas como las que se ofertan para estudiar especialidades nucleares y a estas se les hace más propaganda.

)CIRCULO DE INTERES?
Indira (RMV): Tuve una amarga experiencia. Estaba en un círculo de geografía y aunque insistimos no se hizo ninguna actividad nos dijeron: «Total si de geografía bajan dos o tres plazas. ¿Para qué vamos a hacer un círculo? Después tienes que coger matemática.»
Alfredo (ROR): Los pioneros tienen tremendo movimiento, pero nosotros no. Los niños, a esa edad quieren ser choferes, bomberos, etc.
Alfredo (ISRI): Lo que adelantan los palacios de pioneros, después se pierde.
Jorge Luis (ISA): Los círculos que funcionan bien, son los de la SEPMI.
Marta (ROR): Son limitados en cuanto a la cantidad de alumnos que entran y no tienen muchas veces vinculación con la carrera que uno quiere.
María del Carmen (JM): En secundaria a veces no fomentan vocación, sino al revés. En la de mi prima hay dos: taxidermia y lectura, si no te interesan….
Niurka (L): Siempre quise medicina, pero ingresé en un círculo de navegación de décimo. En once cuando cogí Destacamento, supe algo de medicina. Además, después que entras a un círculo, no te dejan cambiar hasta el año. Muchas veces los círculos nos desilusionan: no hay transporte o no hay coordinación.

«Capítulo I, Artículo 3: Los círculos de interés cuentan con un programa elaborado por el organismo o empresa siguiendo los lineamientos del Ministerio de Educación, y aprobado por las direcciones provinciales y municipales de educación, según corresponda. Deben tener asegurada por la empresa, taller o dirección sectorial, la base material para cada actividad del programa (Resolución ministerial No. 18/81).

Tania (B): Los estudiantes están muy cargados y un círculo sería mayor carga.
Yamila (B): No. Los estudiantes no están tan cargados y eso sería una ayuda.
Eddy (ISRI): Existen en primaria, pero de ahí a la secundaria, al pre, hay un hueco.

ALGUNAS DIFICULTADES
Sómos Jóvenes: ¿Por qué no se han sistematizado los C.I. en la enseñanza media superior?
Gretel Sánchez (MINED): No es que no se hayan sistematizado. Se continúa, y con relación a cursos anteriores tenemos logros. No los que aspiramos, ni los que den una respuesta a las necesidades, porque estas son crecientes. En primaria y secundaria tenemos la red de palacios, pero en pre no. Y tenemos dificultades para dotarlas de base material de estudio. Los organismos no están en condiciones de garantizarlo en todas las escuelas. Otros círculos sesionan en las fábricas y los estudiantes se incorporan a ellos.
Somos Jóvenes: ¿Ustedes tomarían como modelo las escuelas vocacionales?
Gretel Sánchez (MINED): Efectivamente. Eso sería el patrón para el fortalecimiento de este trabajo. Independientemente de lo ya consolidado en las escuelas vocacionales, tendríamos que situar a los organismos que van a trabajar en cada centro según el desarrollo territorial.

LAS VOCACIONALES
Amalio (ISRI): En la vocacional Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, no era obligatorio estar en C.I: y tampoco había capacidad. Yo soy un ejemplo claro. Cuando me gradué, cogí energética nuclear porque tenía un nombre bonito y la dejé.
Alfredo (ISRI): Mi vocacional tampoco era vocacional.
Luis Enrique (L): Lo que debía tener no lo tiene actualmente.
Niurka (L): ADemás, pides un C:I: y si no hay plaza, te mandan a cualquiera. En secundaria está mejor, con los palacios.
Marieta (ISA): Te exigen estar en el C.I: aunque no te interese.
Manuel (L): Que los C.I. sean por decisión, no por imposición. Quizás fuera mejor círculos dinámicos, semestrales. Lo que hay actualmente son círculos de desinterés.
Yamile (R): En las escuelas vocacionales el trabajo no es bueno, pero es mejor que en la calle. Hay poca oferta. Estuve en oceanografía y en fábricas de vino. No era según los intereses. Una llenaba una planilla con cinco opciones. A veces daban la última.

«Artículo 5: En los círculos de interés se agrupan entre 10 y 20 estudiantes del mismo grado o de grados cercanos teniendo en cuenta su nivel escolar, las inclinaciones hacia la especialidad (el subrayado es nuestro) y las condiciones materiales» (Resolución ministerial No. 18/81).

Alfredo (ROR): En las vocacionales se crean C.I, pero te toca el que te toca. Y tienes que matricular.
Indira (RMV): Y es una lástima, porque muchas veces los hay interesantísimos. Y no nos sirven a la hora de elegir carrera.

¿POR QUE NO ES VOLUNTARIO?
Gretel Sánchez (MINED): En la generalidad de las escuelas, la entrada a los círculos tiene que ser voluntaria. En el caso de las vocacionales, es un requisito de cada estudiante participar. No pensamos que debe ser impuesta. En ese caso no cumple ninguna función, no es un formalismo. Sucede que en ocasiones las ofertas de los organismos no son amplias. Aún así, ese debe ser el rango de opción. Nunca debe ser impuesto.
Somos Jóvenes: ¿No se ha percibido que eso ocurre en las inspecciones a las escuelas vocacionales?
Gretel Sánchez (MINED): Hemos detectado poco margen de opción, pero desconocíamos que se les obligaba a incorporarse. A veces hay un problema: limitante de incorporación, por la capacidad. Claro, hay que jugar con los intereses y no imponer, porque eso no tiene sentido. Eso va contra todo, lo impuesto no es educativo.
Somos Jóvenes: De no crearse todas las capacidades, ¿hay que obligar al estudiante a entrar en algo que no le interesa?¿No crearemos con esto una desvocación, aún cuando sea priorizada? ¿Cómo orientarlo conservando la voluntariedad?
Antonio Masó (Jefe del Departamento de Educación extraescolar y sistema de ingreso del MINED): Hay que sensibilizarlo. Ahí entra el trabajo político. Cada círculo responde a una demanda del país. Hay que decírselo al muchacho.
Somos Jóvenes: Tenemos que buscar otras vías, además de la política, porque una de las preocupaciones de los estudiantes es que muchas veces el C.I: no resulta atractivo.

INCORPORACION MAXIMA
Gretel Sánchez (MINED): Pienso que debemos lograr la incorporación máxima por centro a los C.I, garantizando diferentes especialidades por las que puedan optar, vinculándolos a los palacios hasta noveno grado. La escuela tiene que garantizar la continuidad del proceso docente educativo, como parte de la educación comunista. Claro, se va a dar el caso de incorporar a C.I. que no les gusten. Pero, ¿existen realmente las condiciones para dar respuesta todos los intereses? No podemos hablar aún de vocación. Allí es donde van a saber si la tienen.

UN ELEMENTO DE PESO
Gretel Sánchez (MINED): En el pre, los C.I. seguirán siendo un elemento de peso. No vamos a renunciar a ellos, sino a incrementarlos. Es el medio ideal de orientación vocacional. Haremos hincapié en las conferencias en ese nivel.

EN LA EMULACION
Somos Jóvenes: ¿De qué modo incide la existencia y participación en C.I. en la emulación?
Antonio Masó (MINED): Forma parte de los índices, se valora: Aunque no con la profundidad de otros aspectos. Deberá ser un elemento a chequear rigurosamente, concretamente: ¿cuántos C.I. tienes y qué por ciento de tu matrícula representa?
Somos Jóvenes: Eso es exactamente lo que nos preocupa: que se considere en la emulación. La vocación debe ser voluntaria. Si se considera rigurosamente como un índice emulativo, puede traer como consecuencia lo que ocurre en las vocacionales, pero de modo generalizado: círculos con estudiantes que no tienen interés. Y al final hay 60 integrados por el 99,9% de la matrícula. Así ganarían la emulación, pero los estudiantes no ganarían la vocación.
Antonio Masó (MINED): Hay un elemento importante: la vocación se crea, no es innata. La vocación tampoco puede ser, ¿quiénes quieren pertenecer al C.I. de electrónica, de computación? Si pides voluntarios para agronomía, coges a muy pocos. Partiendo de lo anterior, hay que invitar, propiciar, conminar al muchacho para que vaya a esa especialidad, para que se enamore de ella.
Somos Jóvenes: Estamos de acurdo hasta el segundo verbo; Invitar y propiciar, no conminar.
Antonio Masó (MINED): Estoy de acuerdo. Luego el muchacho llega y explora ese campo y se enamora de la especialidad. Si esa tiene demanda en su territorio y se conoce (el níquel en Moa, por ejemplo), el joven está totalmente sensibilizado.

)QUE VOY A ESTUDIAR?
Sergio (AG): Yo los libritos los veo caducos.
Indira (RMV): Se deben hacer más exhaustivos, realistas, si dice: «después que se gradúe va a trabajar en…», que no sea en otra parte.
Juan Carlos (ISA): Salí del servicio por la orden 18, pasé la escuela República de Panamá, donde sí se hace un buen trabajo. En la biblioteca hay libros de información profesional y se exige su lectura. Además, se dan conferencias de todas las carreras.
Jorge Luis (ISA): El libro de información profesional no tiene por lo menos el 30% de las carreras. Y, por supuesto, faltan las del ISA.
Kenya (M): En mi pre los libros de orientación vocacional estaban en el almacén y sólo los veíamos de casualidad.
Isaac (M): Ese libro lo hizo un poeta con palabras bonitas, pero no dice nada. Que lo haga un estudiante.
Iliana (B): La información es muy atrasada.
Antonio (B): En mi escuela había siete u ocho y se los robaban o los mutilaban.

Artículo 15, ch) Garantizan (los organismos) la elaboración e impresión de materiales informativos sobre el contenido y perfiles de los profesionales, y adoptan las medidas para situar estos materiales en las escuelas y en los lugares a que tenga acceso la población» (Resolución ministerial NO. 18/81, Cap. II).

Rolando (B): A mi pre llegaron folletos de matemática, física y biología, pero ya habíamos pedido las cinco opciones. Tampoco nos preocupamos demasiado por buscar.

ALGO SE TRABA
Gretel Sánchez (MINED): Ese libro es recién editado, tiene dos cursos. Claro, algunas especilidades y especificaciones se divulgaron en Juventud Rebelde y se enviaron a los pre. Ocurre que los materiales existen y no se usan. Llegan a los centros, quizás noen las cantidades que se necesitan, y se hace la distribución. No sólo el MES; por ahí tenemos infinidad de materiales (tabloides, afiches, plegables) editados por los organismos. En ocasiones no son suficientes, y en otras, no se les utiliza adecuadamente.
Somos Jóvenes: Los estudiantes sugieren que los materiales sean más ricos: vinculación laboral, condiciones salariales, etc., así como el plan de estudios. Que se actualicen con más frecuencia, con más información, y que se ofrezcan incluso a la venta por la red de librerías.
Antonio Masó (MINED): Aquí en el tabloide todo eso se aclara (muestra varios tabloides por especialidades). Estos son materiales complementarios.
Somos Jóvenes: ¿Desde cuándo están en manos de los estudiantes?
Antonio Masó (MINED): Salió para las provincias en septiembre u octubre del año pasado. Se supone que los estudiantes lo tienen.
Somos Jóvenes: Sin embargo, la mayoría no los conocen, incluso en la Vocacional Lenin.
Gretel Sánchez (MINED): A veces la responsabilidad es de las escuelas. Se les envían los materiales y los engavetan. A veces es nuestra, que los organismos nos envían los materiales y los engavetamos.

SOBRE LAS CARRERAS EN EL EXTERIOR
Alfredo (ROR): Un amigo mío va a estudiar al extranjero técnica de los silicatos y nadie en la escuela ha sabido explicarle.
Somos Jóvenes: Y a nosotros una muchacha en la Lenin nos preguntó si podíamos orientarle algo sobre ingeniería en construcción del metro. No porque quisiera solicitarla, sino porque ya se la habían dado y no sabía qué era.
Gretel Sánchez (MINED): Hay información sobre las carreras que se estudian en diferentes países socialistas.
Sómos Jóvenes: ¿Cuándo llegó a los estudiantes esa información?
Gretel Sánchez (MINED): A principios de curso.
Somos Jóvenes: Sin embargo, ellos se quejan de que esa información les llega después que han pedido las carreras.
Antonio Masó (MINED): Pues se envían en fecha y en cantidades suficientes.
Somos Jóvenes: Hay algo que se traba. ¿Qué es?

LAS CONFERENCIAS
Somos Jóvenes: ¿Cómo se está controlando la impartición de conferencias?
Gretel Sánchez (MINED): Los organismos anualmente presenta su plan, donde desglosan todas las actividades a desarrollar, entre ellas las conferencias. Se controlan por trimestres, con mayor incidencia en el primero. En el terceroya el muchacho optó y tiene la carrera elegida. Esto es en grado doce.
Somos Jóvenes: ¿En once no?
Gretel Sánchez (MINED): Sí, pero se da mayor peso a doce.
Somos Jóvenes: ¿Ustedes los controlan?
Gretel Sánchez (MINED): Trimestralmente los organismos envían un informe y eso se controla por el ministerio.
Sómos Jóvenes: Pero, ¿Inspeccionan esas conferencias?
Gretel Sánchez (MINED): Sí, se han hecho algunas.
Somos Jóvenes: ¿Con qué resultados?
Gretel Sánchez (MINED): Principalmente se afrontan dificultades con la asistencia. A veces las conferencias son bastante teóricas, no se auxilian de medios que pudieran ilustrar y en ocasiones se dan informaciones de poco interés. Pudieran enriquecerse.

LA HISTORIA DE SU VIDA
Ana (ROR): Algunos conferencistas pintan la carrera color de rosa.
Lic. Mario Luis Rodríguez (Decano Facultad Biología UH): Ofrecemos conferencias en los pre y a veces no citan a los alumnos. En especial hemos dado en los pre de ciencias exactas y la Lenin.
Somos Jóvenes: ¿Esas conferencias ofrecen una información completa?
Lic. Mario Luis Rodríguez (Decano): Tratamos. Elegimos a los mejores profesores.
Annia (JM): A veces el que viene nos hace la historia de su vida y no de las asignaturas. No hablan de ventajas y desventajas, y uno va engañado. La vocación uno la va adquiriendo por embullo, por la influencia de los padres que dicen lo que ellos hubieran querido ser.
María del Carmen (L): Nos dio una conferencia un ingeniero de transporte industrial, que no estaba realizando su trabajo y estaba inconforme.
Sofía (M): En general son malas; pero las hay buenas. Al estudiante no se le prepara, no se le orienta para lo que va a encontrar aquí.
Isabel (M): En el pre solo había conferencias de medicina y de lo militar.
Carmen (B): En mi pre, Revolución de Octubre, en doce dieron una sola conferencia: sobre matemática aplicada y cibernética. Unos compañeros míos cogieron información científica pensando que no tenía matemática, y tiene hasta quinto.
Antonio (B): O se dan como en el pre, uno o dos semanas antes de pedir carrera.
Alna (B): Las conferencias eran obligatorias. Cerraban las puertas y había que quedarse.
Yamile (B): Y que el que da la conferencia esté informado.
Carmen (B): Uno que nos habló dijo en broma que los matemáticos acababan locos o calvos. Así imagínese…
Sergio (AG): Uno se mete en todas las conferencias, pero cuando vienes a ver, lo que tenemos es una confusión y ninguna nos gusta. Hay que luchar porque se empiecen a dar desde décimo. Alfredo (ROR): Son muy generales. No es el caso del ITM, que te lleva a Academias militares, trae libros…

Metodología de las actividades de formación vocacional y orientación profesional (Documentos normativos para el sistema nacional de educación, 1982):
39  Toda conferencia vocacional persigue, en correspondencia con la edad y el interés de los estudiantes, transmitir una información nueva y crear o reforzar actitudes e intereses favorables al estudio de una profesión o una especialidad determinada.
p. 41 (conferencias, paneles o mesas redondas). Deben seleccionarse a compañeros que, por su experiencia y sus méritos prestigien la profesión que se explica y sean capaces de transmitir la información en forma clara y amena.

PIENSO QUE SE CUMPLEN
Antonio Masó (MINED): Yo no dudo que haya problemas con las conferencias, lo que no lo diría en forma absoluta. Hay conferencias malas y es un problema en que estamos insistiendo con los organismos. Desgraciadamente, hay compañeros a los que se da la tarea y la cumplen. ¿Cómo?, eso no se investiga. Si analizáramos el cumplimiento de los objetivos y a cuántos estudiantes llegó la conferencia. Quizás en muchos casos podemos ver, que no fue efectiva. En ese sentido tenemos que trabajar con los organismos para que seleccionen conferencistas que lleguen al muchacho. Aunque no creo que en todos los casos sea así. Hay muchas conferencias que sí cumplen los objetivos.
Somos Jóvenes: La experiencia de ustedes, ¿qué les indica?, ¿que mayoritariamente cumplen o no los objetivos?
Gretel Sánchez (MINED): Pienso que se cumplen.
Isacc (M): La orientación vocacional deben hacerla los propios estudiantes de los últimos años. Muchas veces los que van enseñan nada más que lo bueno. Tampoco se explican los objetivos ni las aplicaciones.
Gretel Sánchez (MINED): Desde el curso pasado, se elaboró un plan de trabajo conjunto MES MINED FEU, precisamente para que los muchachos de los últimos años fueran a los pre porque hablan un lenguaje común. Está vigente, desarrollándose sobre todo durante las prácticas de producción.
Antonio Masó (MINED): También está la sección ¿Qué voy a estudiar? en el programa Joven Joven, donde los propios estudiantes explican las características. Hay un elemento en contra y es que casi el 70% de la matrícula de pre está en el campo. Pero pensamos que ese plan puede llegar más que si ponemos un candidato a doctor.

VISITAS VOCACIONALES
Niurka (L): A veces nos llevan a una fábrica, nos dan la merienda y las motivaciones no existen. Hay casos en que es mejor, por ejemplo, las especialidades nucleares.
Lisette (M): Hicimos visitas a centros de cálculo, pero ya cuando estábamos aquí, en la universidad.

Metodología de las actividades de formación vocacional y orientación profesional (Documentos normativos para el sistema nacional de educación, 1982).
Visitas entrevistas y encuentros:
p. 42 Este tipo de actividades, junto a los encuentros y entrevistas a los trabajadores, gozan de la preferencia del joven por su carácter dinámico, demostrativo y emotivo.

Antonio Masó (MINED): Está relacionada con el plan de las puertas abiertas, que son voluntarias y donde algunas escuelas alejadas ponen el transporte. En ciencias, este ha ido cobrando importancia. Los organismos programan las visitas. Ahí estoy seguro de que tenemos que avanzar. Es débil aún. Hay problemas de transporte, de seguridad e higiene del trabajador y a veces no resulta fácil el acceso, porque no están tomadas todas las medidas.
Sergio (ROR): En el caso de medicina influye el dominio, por parte de toda la población del trabajo médico. Tienen los días de las «puertas abiertas» donde vas y ves todo Girón.
Niurka (JM): ¿Por qué eso no se hace en las otras carreras?

EXPOSICIONES
Alexis (M): Deben hacerse exposiciones vocacionales.
Antonio Masó (MINED): Sideromecánica ha empleado recursos cuantiosos: Ha montado una magnífica exposición en la vocacional y ha llevado allí a los estudiantes de otras provincias. Decenas de viajes en guagua. Ciencias médicas ha hecho también un gran esfuerzo este año, la agricultura y otras.
Kenya (M): En la Lenin a lo mejor, pero ¿quién va a ir a Güira de Melena a hacer exposiciones?

LOS PROFESORES GUIAS
Metodología de las actividades de formación vocacional y orientación profesional (Documentos normativos para el sistema nacional de educación, 1982)
p. 61  El trabajo de la Comisión de Formación Vocacional tiene que apoyarse en la labor de orientación individual del maestro o profesor a cada estudiante de su grupo docente, respecto a la adecuada selección profesional.
(Sin embargo, el 60,67% de los estudiantes, como se ve en el recuadro ignora la opinión de sus profesores)

Gretel Sánchez (MINED): Las experiencias de trabajo recogidas en las inspecciones arrojan que comunmente los profesores guías no profundizan y no hacen una adecuada utilización del espediente acumulativo, con vistas a orientar vocacionalmente. Este trabajo requiere fortalecimiento, dado el carácter politécnico y laboral de nuestra enseñanza, yo veo esto como un problema de todos.
En las clases debe quedar un margen para orientar vocacionalmente.

CENTROS DE ORIENTACION
Somos Jóvenes: ¿Se piensan crear centros de orientación profesional, donde se determinan aptitudes, o consejeros profesionales como existen en la URSS?
Gretel Sánchez (MINED): Hasta ahora en Cuba no disponemos de esos gabinetes, aunque reconocemos el trabajo que en este sentido pueden hacer los profesores guías. El es quien conoce bien al estudiante y quien le puede orientar de acuerdo a sus condiciones y expediente.
Somos Jóvenes: ¿Y tests de orientación de aptitudes?
Antonio Masó (MINED): No de inmediato. A mediano plazo, si. No hemos alcanzado el nivel de desarrollo para aplicarso masivamente.

LOS ORGANISMOS
Antonio (B): La escuela debe hacer la gestión, pero los organismos deben ejecutarla. La FEEM y la universidad deben intervenir también.
Indira (RMV): Nuestro papel es presionar a la institución. El director dice: ya hice la gestión: Y el organismo viene, pero después no viene. El director dice que ahora es asunto del organismo, que a su vez se justifica: no contamos con un especialista. Y empieza el peloteo. Ahí lo esencial es que el director exija y el organismo actúe.
Antonio Masó (MINED): Los organismos están dando respuesta. Los estudiantes se refirieron a esto en el Congreso de la FEEM. Después el Comandante en Jefe también. El ministro convocó a todos los organismos. Algunos viceministros asistieron a la reunión. Y ha habido una respuesta, pero no puede ser de la noche a la mañana.

PROPOSICIONES Y MEDIDAS
Informe: «Sobre los problemas de articulación del nivel medio superior de enseñanza con el nivel superior»: (Recomendaciones): Formación vocacional profunda; Captación para especialidades priorizadas; Incremento de ese trabajo a partir de once, y mayor conocimiento de los intereses de los estudiantes; Uso del libro que estipula las especialidades.
Kenya (M): Los medios masivos tienen que mejorar la información.
Raúl (ROR): ¿Por qué no crear una asignatura de orientación vocacional?
Antonio (B): Mejorar los facultativos y hacer orientación vocacional por ahí.
Sergio (AL): Es importante lo de los órganos de difusión, porque a veces en las escuelas no hay personal capacitado para explicar. La que atiende orientación vocacional en mi escuela, no sabe de ninguna carrera.
Antonio (B): Documentales vocacionales es lo que más necesitamos actualmente.
Gretel Sánchez (MINED): Será que lleguen a los estudiantes porque los documentales existen. Tenemos un espacio los lunes en «HOY 6 PM», que pasamos cerca de veintisiete documentales.
Somos Jóvenes: Pero no ha tenido buena promoción por la prensa. Es necesario un trabajo conjunto.
Gretel Sánchez (MINED): Son documentales de orientación profesional específicamente, hechos por los organismos.

Instrucciones a los institutos preuniversitarios para cumplimentar el sistema de ingreso a la educación superior, vigente para el curso escolar 84 85. Funciones de la Comisión de Ingreso Provincial:
p. 8 Garantizar que la información profesional disponible se ofrezca a los estudiantes en los institutos preuniversitarios.

BALANCE DE DIFICULTADES
En «Análisis y proposiciones sobre el trabajo de formación vocacional e información profesional en los institutos preuniversitarios MINED, 1985, se relacionan las siguientes:
1. No se ha hecho un buen uso de los medios de que disponen las escuelas: radio base, murales, matutinos, biblioteca escolar, etc.
2. No está garantizada la sistematicidad de las actividades concentrándose en un momento del curso, lo que agobia a los estudiantes.
3. No se realizan actividades de orientación vocacional durante la escuela al campo.
4. No se realizan las actividades en las etapas decisivas, principalmente en doce, y a veces se realizan después de hechas las opciones.
5. No se garantiza la distribución  en el pre de los materiales impresos. A veces hay, pero no se les da un uso correcto.
6. No se ha utilizado en todas sus posibilidades el complemento de trabajo directo que se realiza a través de los medios de difusión masiva.
7. Los organismos han presentado buenos planes de divulgación, pero los resultados no han sido apreciables.

LOGROS
Existen 89 palacios y 125 campiñas pioneriles: se han editado 30 000 ejemplares del tabloide ¿Qué vas a estudiar?; se prepara un libro de información profesional, apoyado por la UJC y la FEEM; las secundarias vocacionales se han convertido en pre vocacionales y se han creado cinco nuevas instalaciones; se ha hecho promoción a través de la TV; se ha ampliado la red de institutos de Ciencias Exactas.
Antonio Masó (MINED): En los centros de la educación superior, se están creando los buroes de información profesional y el día de las puertas abiertas. De inicio, para ciencias médicas, pero se va generalizando.
Gretel Sánchez (MINED): El día de las puertas abiertas, el ISCM convoca a los estudiantes que deseen. Ponen videos, evacuan dudas, les muestran el centro.
Antonio Masó (MINED): Se ha dado amplia divulgación: hasta carteles. 1 200 estudiantes como promedio cada día. Debemos generalizarlo en otras facultades. La orientación vocacional se viene a estructurar en el sistema organizado a partir del decreto 63 (1980):

EL FUTURO
Antonio Masó (MINED): Hay un plan concreto para un programa de TV de índole vocacional.
Gretel Sánchez (MINED): Nunca como sustituto de la actividad directa, sino complemento.
Somos Jóvenes: Pero imaginamos que en los pre más alejados puede ser fundamental.
Antonio Masó (MINED): En la misma medida en que seamos capaces de hacer buenos programas. Va a haber un incremento en los próximos años, pero no diríamos que notable sobre todo en la calidad. No pienso que lleguemos allá todavía. Aunque incidirían problemas económicos concretos, sobre todo de transporte, porque muchos pre están alejados.

“El baile de las decisiones”; en: Somos Jóvenes, n.º 77, La Habana, marzo, 1986.
ANEXOS

Anexo 1
RELACION CIRCULOS DE INTERES/ELECCION DE CARRERA ¿Cuántos han estudiado en C.I.?
(Pre Univ. René O’Reiner) 22/40 (55%)
(Pre Univ. José Martí) 7/29 (24,1%)
(Pre Univ. Lenin) 40/40 (100%)
¿En C.I del Preuniversitario?
(Pre Univ. René O’Reiner) 7 (17,5%)
(Pre Univ. José Martí) 2 (6,9%)
(Pre Univ. Lenin) 40 (100%)
¿Cuántos escogerán carreras relacionadas con C.I?
(Pre Univ. René O’Reiner) 2 (5%)
(Pre Univ. José Martí) 3 (10,3 %)
(Pre Univ. Lenin) 2 (5%)
A los estudiantes de la especialidad de Microbiología (UH), se les preguntó: ¿Cuándo decidieron la carrera a estudiar?
En Sec. Básica: 7 (19,4%)
En décimo: 3 (8,4%)
En onceno: 0 (%)
En doce: 26 (72,2%)

Anexo 2
Algunos datos tomados del informe: Resultados parciales de la aplicación de una encuesta sobre problemas vocacionales, de Jorge Román Hernández (Instituto de Ciencias Sociales, Academia de Ciencias): De 1300 estudiantes encuestados en 12 centros el 22,66% plantea facilidades para asignaturas que no interesan a su posterior carrera; el 16,01% presenta inestabilidad de intereses: el 19,21%, mala orientación vocacional en la escuela: el 15,75% no halló a quién consultar su elección y el 60,67% afirma desconocer la opinión de sus profesores sobre la carrera seleccionada.
Datos del período septiembre octubre de 1984; a nivel nacional:
Plan       Real        %
Conferencias impartidas   13 137     1 930       14,6
Visitas vocacionales       4 391       410       16,1
(Funcionan 2 085 para un promedio de 8 círculos por pre, que agrupan al 19,8% de los estudiantes)
Los parámetros para determinar la existencia de intenciones profesionales son: conocimiento de la profesión, vínculo efectivo con ese contenido y elaboración personal de esos contenidos, reflexiones propias y objetivos definidos.

Anexo 3
En la motivación hacia la profesión en los estudiantes de la enseñanza media y superior (1.11.1984) de Laura Domínguez García, se afirma que, sumados, los aspirantes a la educación superior sin motivaciones profesionales y los que tienen conocimientos poco elaborados y repetitivos alcanzan el 64%; mientras los que poseen intenciones profesionales serias son casos aislados entre jóvenes de alto índice.

Anexo 4
Séptimo: El Ministerio de Educación, como organismo rector, dictará las medidas pertinentes con el propósito de orientar, controlar y velar periódicamente por el desarrollo de las actividades de formación vocacional profesional que ejecutan los organismos y organizaciones de masas en los centros docentes e instituciones extraescolares del país (Decreto No. 63 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros sobre formación vocacional y orientación profesional)
Artículo 37: Todos los centros docentes desarrollan actividades de formación vocacional y orientación profesional, como eslabón fundamental en la educación comunista de las nuevas generaciones (Resolución No. 18/81. Cap. VII)





Álvarez Cambras: la medalla invisible

20 08 1985

Se graduó de ortopédico en La Habana y posteriormente en
La Sorbona. Trabajó en un hospital cantonal de Suiza.
Ha tratado a algunos jefes de Estado y a numerosas
personalidades en decenas de países. Es el creador del fijador externo.
Ha dictado cursos sobre el fijador en Francia, Bélgica, España,
Kuwait y Nicaragua.

Ocho y cinco minutos de la mañana. Entramos a la oficina forrada en madera. “Un minuto, por favor”, mientras nos indica dos sillas frente al buró tapizado de documentos. “Tenemos que terminar este informe”.
Al fondo, en la pared, trofeos, copas, libros, revistas médicas. Sobre una mesa auxiliar: cinco teléfonos e intercomunicadores. A la izquierda, una foto, tomada desde un ángulo insólito, donde aparecen Fidel Castro y este hombre de mediana estatura con una respuesta siempre a mano.
Alrededor de la mesa, médicos e ingenieros van saltando de un asunto a otro entre llamadas telefónicas. Se discute sobre acero, rigidez y contenido de carbono, se dispone el alta de un dirigente de las organizaciones juveniles checoslovacas, se discuten ciertos casos: un boxeador cubano, un diplomático iraquí, un general del ejército chino. Alguna llamada pendiente en el teléfono cuyo auricular, colocado sobre una cajita de música, alivia la espera haciendo oír “Noches de Moscú”. Por fin:
—Vamos al lado, por favor, si no…
(Ya son las nueve y diez)

—Doctor, ¿qué es más difícil, una operación o una reunión?
—La reunión. Y más tensa.

—¿Cuándo decidió qué iba a ser?
—Por la medicina me decidí a los quince años. Hasta entonces me inclinaba hacia la arquitectura o la ingeniería. La profesión de mi padre me sedujo.

—¿Y por la ortopedia?
—En 1954. A causa de una manifestación. Ya estudiaba medicina desde el 52. La policía reprimió la manifestación y terminamos en la sala Gálvez del hospital Calixto García. Me enyesaron y después colaboré con los médicos mientras curaban a los compañeros. Desde entonces trabajé en esa sala hasta que fui alumno oficial.

—¿Qué hacía entre los catorce y los veinte años? ¿En qué invirtió su adolescencia?
—A los catorce cursaba el bachillerato y no me preocupaba mucho por los problemas sociales.

—¿Qué le peocupaba?
—Mi juventud. Tampoco en esa época había preocupación posible por la política. Sólo una sensación de asco. A los diecisiete, en el 52, nuestra reacción fue inmediata frente al golpe de Estado. Inmediata y explosiva: lo primero que hicimos fue ir a la Plaza Roja de la Víbora y organizar una manifestación. Eran las once de la mañana. La policía nos disolvió. Se rumoreó que estaban dando armas en la universidad y allí estuvimos hasta las seis de la tarde, pero no pasó nada. Regresamos al instituto de la Víbora y allí hicimos otra manifestación, reprimida más duramente. En septiembre del 52 ingresé en la Universidad. Entre el 52 y el 54 estudiaba, participaba en las luchas estudiantiles, las huelgas por el diferencial azucarero, mítines de apoyo, paros del transporte… El día 31 de diciembre tomamos la Casa de los Colonos, el edificio del diferencial azucarero, frente al teatro Martí. Esperamos el año en la cárcel. Ahí fue cuando cumplí los veinte años.

—Me han informado que usted tiene varios triunfos deportivos, que ha roto récords mundiales y ha ganado medallas olímpicas. ¿Cómo es eso?
—Bueno, no exactamente. He ayudado. Algunos de los casos más interesantes fueron las dos medallas de Juantorena en Montreal. Unos meses antes de la olimpiada, no cuadraba como corredor a causa de un neuroma plantar (quiste benigno muy doloroso en la planta del pie). Lo operamos y le hicimos corrección del pie plano. En el caso de María Caridad Colón… —Hay una interrupción para anunciarle visita: un grupo de cubanos residentes en Estados Unidos, y la espera de una delegación sudafricana en la tarde—. María Caridad sufrió, un día antes de su presentación en Moscú, una distensión con sacrolumbargia y siatargia. Decidimos hacerle un tratamiento especial en el mismo estadium que la libraría del dolor, pero le explicamos que el primer tiro sería el decisivo, que diera el máximo. Tú sabes cuál fue el resultado. En el mundial de La Habana, Stevenson sufrió una lesión muy dolorosa en el dedo gordo del pie. Sobre ese dedo descansa la movilidad. El tratamiento permitió que hiciera todas las peleas y obtuviera el título. Pero el esfuerzo principal fue de él, que terminó con el dedo muy hinchado. También recuerdo a Ruperto Herrera, a Margarita Skeep, a León Richard, que fue el primero en usar el fijador y que aún sigue compitiendo a pesar de la fractura en la tibia. En Laipzig, Juantorena se seccionó el tendón de Aquiles…

—Es el único en el mundo que haya seguido corriendo después de eso. Gracias a su operación.
—La operación influye, pero es sobre todo gracias a su coraje.

—¿Algún recuerdo especial?
—De Margarita Rodríguez en Montreal. Estaba muy mal el día antes, pero ganó medalla de oro. En ese momento saltó y me dio un beso. Dicen que me iba a buscar un problema con mi mujer.

—¿Cuál ha sido su mayor satisfacción desde el punto de vista humano relacionada con su trabajo?
—Este hospital. Cuando llegamos aquí el primero de enero de 1969, era un hospital chiquito y en malas condiciones. Pronto tendrá 700 camas y en tres o cuatro años podrá autofinanciarse. Producimos casi todos los equipos ortopédicos y, en especial, los fijadores. Se exportaron el año pasado por valor de US$400.000, y evitaron US$800.000 de importaciones. Esto se está convirtiendo en un complejo ortopédico. Durante los últimos cinco años, ha sido el mejor hospital de especialidades del país, y eso es una labor de todos: su prestigio internacional (hay lista de espera de extranjeros para ingresar).

—¿Me permite salir un momento?
—Sí, como no —algo perplejo.

—Cuénteme la historia de esta foto —mostrándole la foto donde  aparece con Fidel Castro.
—Fue el primero de mayo de 1983. Yo regresaba del extranjero y el Comandante me llamó para que le contara mis impresiones. Estaba muy contento ese día.

—¿Usted operó a Alain Delon?
—Mira —riendo, nos ofrece un ejemplar de Ici Paris con un gran titular: “Alain Delon operè à Cuba”, donde se explica su operación, realizada por Álvarez Cambras en el hospital Frank País y aparece la foto y se describe el Hermanos Ameijeiras—. Todo es mentira. Quizás la leyenda procede de un ministro o viceministro de comercio exterior que por el físico y por el nombre (Alan) se parecía un poco. Dos días después de su alta, teníamos cola  de muchachas en la puerta preguntando por Delon. A él  lo ví en Montecarlo casualmente.

—¿Cuál es el personaje más interesante que usted ha tratado?
—El primero no te lo puedo decir.

—¿El segundo?
—Tampoco. Ni el tercero. Ni… Pero si quieres, pon a Velasco Alvarado. Era un hombre extraordinario.

—¿Su mejor consejo a los jóvenes que buscan un objetivo para la vida?
—Que piensen desde temprano cuáles son sus esperanzas de futuro, sus intereses esenciales, hasta dónde pueden llegar. Y que sus sueños se entronquen con los sueños de nuestro país. Que entonces se organicen para llegar, que lo hagan todo para llegar. Que luchen.

“Rodrigo Álvarez Cambras: The Invisible Medal Winner”; en: Resumen Semanal de Granma (en inglés), La Habana, 1985.
“Álvarez Cambras: la medalla invisible”; en: Somos Jóvenes, n.º 70, La Habana, agosto, 1985.





Cayo Caimán: el día que no cesa

27 05 1985

No lo busquen en atlas escolares, ni siquiera en mapas medianos. Solo en mapas detallados asoma Cayo Caimán Grande su rostro tímido: una almendra de piedra lamida por la Corriente del Golfo, un guijarro de trescientos metros que dejó caer quizás algún gigante mitológico en el mar; cualquiera de estas definiciones sirve para imaginarlo, aunque lo de «grande» sea relativo. Lo es respecto a los caimancitos que lo rodean, entre ellos, al oeste, Cayo Caimán de la Mata de Cocos, donde lo más típico es que no hay ninguna mata de cocos.

 

Seis horas de mar

El agua, de un verdiazul para postal turística, sangra espuma en la herida de la proa. Arriba, el cielo blanqueado por un Sol que dan ganas de enlatarlo para enviarle a los esquimales. Siempre al nordeste, playas en que se pierde la noción común de arena y transparencia. Deslumbrados, avistamos el faro siete millas antes.

En el recorrido nos hemos detenido dos veces, aprovechando para nadar en aguas de seis brazas, con el fondo al alcance de la mano (parece); aunque en el último chapuzón la advertencia de un viejo pescador nos hace salir con cierta premura ‑‑no somos aficionados a nadar entre picúas.

Detalle curioso es un antiguo barco encallado años atrás, sobre el que se ha montado un centro de acopio pesquero y una procesadora de langostas. Sobre la cubierta despojada de grúas y mástiles, se halla la pequeña fábrica, como un injerto de tierra y mar.

 

María

A la salida del puerto, una mujer que ronda los cuarenta, con la sonrisa a punto siempre de dispararse en los labios, se incorpora al grupo. Después sabremos que María Suárez lleva a cuestas, con el heroísmo de todos los días, que es el más difícil, tres hijos y trece años de matrimonio con el teniente Evelio Cabrera Moreina, miembro fundador  de las tropas guardafronteras (veintiún años, que no es poco), ex‑combatiente de la lucha contra bandidos en el Escambray y jefe del puesto de Cayo Caimán. Ha pasado estos trece años en los cayos mientras María hace de padre y madre, porque sabe que él ‑‑nunca voy a encontrar otro mejor‑‑ tiene su lugar de padre en el sitio más duro de la patria. Y nadie sabe quièn es más héroe, si el hombre o la mujer, porque son dos pechos para una sola medalla.

Ahora atraviesa con nosotros las seis horas de mar. María y Evelio hace quince días que no se encuentran.

 

Caimán de piedra

7:15 p.m.: El barco toca el muelle que se prolonga, como una lengua de hierro y madera, desde el islote calcáreo. A la derecha: el faro, un enorme caramelo a listas rojas y blancas. Al frente, en la misma cima, la torre y el edificio azul del puesto. En la escalera de hormigón que sube hasta el, un perro solitario nos husmea curioso. Pero apenas traspuesta la entrada, un puñado de jóvenes en perfecta formación nos ofrece la bienvenida, que es aún más cálida cuando se mezclan saludos y preguntas con sonrisas y asombro (nuestro) sobre la plazoleta de cemento rodeada por un cantero donde crecen, en este islote de piedra y sal, las más bellas plantas ornamentales, traídas desde Cuba, sembradas en tierra, (también traída desde Cuba!, y regada con agua ((nada menos que de Cuba!! La patana que la trae viene cada dos meses y se conserva en cuatro cisternas, ya que el cayo no posee agua dulce y aquí hasta la lluvia es un acontecimiento.

Después de la comida, conversamos con los combatientes: Héctor Cobiella, un viboreño que entró de cocinero y tuvo comiendo arroz crudo a toda la guarnición hasta que más o menos. José Manuel Artiles, de Santa Clara, que espera obtener la orden 18 e ingresar en arquitectura. Ramón Antonio González, que pasó de técnico en agronomía en su Esperanza natal, a guardafronteras.

Pocas palabras bastan para que se haga una brecha en el silencio y por ahí se evadan las anécdotas, los recuerdos, los chistes. Y es que la alegría de los veinte años puede ser el arma mejor engrasada.

Hablan del jefe recto pero justo, y en la voz no hay ni rastros de adulación. Solo respeto por el hombre, más que jefe.

Comentan que los únicos animales (irracionales) en el cayo son el perro curioso, y un guanajo peremnemente en celo ‑‑sin remedio‑‑, porque no hay ni mosquitos ‑‑tampoco los añoran‑‑, salvo cuando el viento del sur trae algo de «plaga» (tábanos, jejenes y hasta bichos sin nombre) desde los cayos vecinos.

Vuelve el jardín «que no se puede secar»‑‑son palabras de Evelio‑‑»por un problema de principios». Y regarlo con el fusil al hombro es casi un símbolo de esta especie de hombres horneados por la soledad, el peligro y la belleza.

Después de la televisión, nos ceden sus camas. Los baños impecables. El gesto codicioso de ofrecer, como antes compartieron con nosotros la ración sabrosa y abundante del guardafronteras.

Al día siguiente vamos juntos al muelle, y a la preciosa playita del este, donde se nada a diario. Pero además, nos enteramos por qué en Cayo Caimán el día comienza a las seis de la tarde.

 

Comienza el día

¿Qué hacer? Sería la primera pregunta para iniciar un día. Y es ésta la que lo inicia aquí. Solo que ocurre a las seis de la tarde y se denomina «cálculo operativo». Designan las misiones y los responsables: unos cocinarán y atenderán los equipos, turnos de guardia, limpieza, nadar, descanso, instrucción militar, clases políticas y deporte en un gimnasio construido por ellos. Cuando se disipa el humo de las fábricas, cuando se vacían las aulas y los arados abandonan la tierra, entonces comienza el día para los combatientes. Su mediodía es nuestra medianoche, y por eso regresamos sin tristeza, mar al sur,  con la confianza de que en el archipiélago cubano, hay siempre alguien que no duerme.

 

“Cayo Caimán: el día que no cesa”; en: Somos Jóvenes, nº 67, La Habana, mayo, 1985.