2010 Diario delirio habanero

Luis Manuel García Méndez; Diario Delirio habanero (no ficción); Editorial Mono Azul, Col. Vuelapluma; Sevilla, España, 2010. 308 pp. ISBN: 978-84-936469-9-8.

 Portada Diario Delirio

El autor regresa a Cuba en el verano de 2009 a instancias de su hijo, que salió de la Isla a los cuatro años y, a sus diecinueve, ya estudiante de Sociología, desea recuperar de primera mano su país de origen. De paso, el autor tanteará el mundo que dejó, la ciudad que amó y construyó en Habanecer, un país surrealista que resulta muy difícil de explicar desde una perspectiva racional. Por eso el autor completa el diario de viaje, desde la perspectiva de su hijo, esqueleto narrativo del volumen, con artículos, ensayos breves, un texto de ficción, crónicas y notas de difícil clasificación en un mosaico de técnicas periodísticas y narrativas que intentan aprehender una realidad por momentos surreal y alucinante.

En la nota de cubierta el editor afirma: “Satírico, con un humor cercano y fresco, nada melodra­mático, irónico, con disparos certeros de elocuencia y ­asientos de afilada erudición, el autor nos conduce a ­través de los pasajes de este diario en los que se paladea el ­sabor de una realidad que se cansó de soñar, que agotó su sueño”.

Sobre Diario Delirio habanero:

Diario delirio habanero es un diario y es un delirio, un diario delirante o un delirante diario, porque desde la llegada, desde el reencuentro del autor con su ciudad, se suceden los asombros. Cuba, La Habana, se parece mucho a Brigadoom, la película de Vincente Minnnelli, en la que un pueblo de Escocia, sometido a un encantamiento, permanece dormido, y una vez cada cien años, tan solo por un día, recobra la vida (…) entra en una cuarta dimensión, en un mundo que, como diría H.G. Wells en La máquina del tiempo, está en un “estado de ruinoso esplendor”, tras medio siglo de un gobierno que prometió la Luna, y deja detrás de sí un paisaje lunar. Arquitecto de su propio ego, Fidel Castro, dice el autor, es la única obra perdurable de Fidel Castro”. (Vicente Botín).

Luis Manuel García Méndez (…) por medio de una prosa ágil y dinámica, el empleo de asociaciones ocurrentes y giros humorísticos, que en no pocas oportunidades se deslizan hacia el ya proverbial choteo criollo, se distancia de las normas de elaboración de un texto académico. Sin embargo, entre bromas de cierto nivel cultural y chistes populares, nos ofrece muy serios análisis de la realidad cubana profunda, esa que no aflora en el discurso oficial que se difunde a través de los órganos de divulgación nacionales. (…)   por sus agudas y ricas apreciaciones, por la información histórica y estadística acerca del presente cubano y por la variedad de detalles que nos brinda, esos que nunca aparecen recogidos en los estudios de los sociólogos, economistas e historiadores, la presente obra quedará como un valioso y acertado corte sincrónico de Cuba en el ardiente verano de 2009. (Jorge Domingo Cuadriello)

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