Preubicación
Reinaldo Rosado (Jefe de Ubicación, MES): Cuba es el único país del mundo que garantiza un empleo adecuado a sus egresados de acuerdo a las necesidades y posibilidades de la economía del país. En el curso 88‑89 se logró ubicar al 99.99% de los egresados de los centros adscritos al MES. Difícilmente logremos el 100%. Antes de la preubicación (funciona hace sólo cinco años) los graduados debían esperar un telegrama que a veces no llegaba o quién sabe cuándo llegaba. Para ubicar de forma planificada, con las dificultades que hay (empresas que no se concluyen en el plazo previsto, etc), no es fácil. Nosotros entregamos a la Junta Central de Planificación y a los organismos del estado la cifra posible de graduados por carrera, por centro y por provincia con dos años de anticipación. A veces el plan se recibe con retraso, pero todos los estudiantes tienen la información antes de terminar la carrera. Entonces se forma la comisión de preubicación compuesta por el decano, profesor guía, la FEU y la UJC de la facultad y el grupo, y el funcionario de la preubicación que representa al MES. Se preparan las evaluaciones integrales de cada estudiante, se hace el escalafón integral y se discute con todos los compañeros de forma democrática. los factores no docentes se toman en cuenta cualitativamente. La asamblea tiene derecho a discutir y cambiar la decisión inicial. Después las plazas se divulgan y se ponen en el mural. Tienen la posibilidad de ir a los centros y averigüar por cada plaza. Si al ir a una asamblea de preubicación no se ha cumplido alguno de esos pasos, no se da la asamblea. Nosotros ponemos la fecha de las asambleas (no un día exacto, sino un plazo) para garantizar que participen los organismos del estado y los muchachos puedan averiguar, indagar. Nosotros este año fuimos al 80% de las asambleas del país. Los problemas hay que resolverlos y tratarlos allí mismo, con la masa. La asamblea, democráticamente, es la que toma las decisiones. De esa manera se evita el amiguismo, el compadreo. El diseño actual casi lo hace imposible, porque todo se discute en la asamblea. La comisión sugiere al estudiante y le orienta una plaza de acuerdo a su escalafón, a su trabajo anterior y al lugar de residencia. Se los llama uno por uno para hacerles la proposición.
¿No toma en cuenta la elección del estudiante? ¿Cómo?
Reinaldo Rosado (MES): Se recibe del estudiante su interés particular, pero hay que tener en cuenta el interés del estado. Labor de convencimiento, no de obligación.
Omar Sigeiros (5to Forestales CUPR): La preubicación fue buena. Se buscó incluso la posibilidad de discutir casos concretos: una muchacha con niños, un compañero de Matanzas que se casó en Baracoa. Se buscó para ellos plazas adecuadas.
La estabilidad, un asunto cercano
Reinaldo Rosado (MES): La ley del Servicio Social dice que usted tiene que estar por tres años donde la Revolución lo ubique, pero la ubicación tiene derechos y deberes, y el proceso es democrático.
Antes era práctica común que fueras de La Habana y te ubicaran en Guantánamo, o viceversa.
Reinaldo Rosado (MES): Ya eso no se puede dar, porque centralizadamente se plantean las plazas por cercanía.
René Sánchez (funcionario Preubicación, MES): El plan de ubicación es provincial, pero habrá que ir a un análisis municipal. Tenemos, por ejemplo, graduados de Mariel ubicados en Santa Cruz del Norte.
¿Y si al estudiante no le interesa ir a la fábrica que tiene al lado, en Guantánamo, sino a otra que queda en Tunas?
Reinaldo Rosado (MES): Eso no se puede dar porque el escalafón es provincial y el principio básico es que sean ubicados lo más cerca posible de su residencia.
A uno de Santa Clara con el uno en el escalafón le interesa una plaza en un centro de investigación en Cienfuegos, ¿puede?
Reinaldo Rosado (MES): No sé decirte. Depende de varios factores: si el centro tiene capacidad de albergue, si hay condiciones de vida, etc. Hasta ahora en cinco años no ha prosperado ninguna reclamación por la ubicación (y todas se atienden, se investigan).
El eslabón perdido
Eduardo Ramos (4to Matemática, UH): No hay una consecutividad lógica entre las prácticas de producción, la tesis y la ubicación. Es lo generalizado. Sería más lógica una preubicación en tercer año que ya orientara a los estudiantes en el sentido de sus intereses profesionales.
Walquiria Fernández (Ing. Química, UCLV): Mi tesis fue en la fábrica La Campana y mi ubicación será en Cienfuegos. La tesis no se da por el escalafón. Es asignada.
René Sánchez (MES): En el contingente 13 de Marzo, de Moa, los estudiantes hacen la tesis donde serán ubicados.
Isis Leyva (5to. Sicología, UCLV): La tesis no la escoge el estudiante, a menos que estés desde años atrás trabajando en ciertos temas de investigación. En sicología tú traes el tema y el tutor lo acepta o no. En química son asignados.
Leianis Fariñas (5to. Ing. Geológica, CUPR): Yo voy a hacer la tesis en búsqueda de cobre y voy a trabajar como civil de las FAR en ingeniería.
¿No pueden gestionarse personalmente un tema de tesis y proponerlo al departamento?
(Respuesta confusa)
En la concreta
Alejandro Montero (5to Derecho UH): A veces la labor en el centro de trabajo no corresponde con lo que se ha recibido en teoría.
Yamilén García (5to. Lic. Economía, CUPR): Nos dicen que la carrera nos dota de una visión general y que después, en la producción, aprenderemos las singularidades, pero lo cierto es que muchas veces la carrera no nos prepara para tropezar con ciertas cosas. Por ejemplo, en la producción yo pedí que me enseñaran un plan financiero, un balance general de contabilidad. No los había visto nunca.
Reinaldo Rosado (MES): A veces se sensibiliza más un director de empresa cuando le mandan un carro que cuando le mandan un ingeniero y cuida más el carro que al ingeniero. El carro va y lo toca y lo comprueba y al ingeniero no. En otros lugares es el ministro el que recibe a los graduados.
¿Formar ciudadanos?
Miguel Torres (Viceministro 1ro. MES): Hay que buscar un cambio en el carácter de la enseñanza, buscar una mayor responsabilidad de los estudiantes, no sólo relacionado con lo académico, sino también con su formación ética, moral, laboral, con su madurez.
¿Se sienten ustedes siempre en libertad de emitir sus opiniones, de discutir, de criticar?
(Pausa de silencio)
Yamilén García (5to. Lic. Economía, CUPR): Cuando tú preguntaste sobre la calidad de la docencia se hizo el mismo silencio. Son preguntas relacionadas. Claro que hay miedo a veces a represalias y no todo el mundo ha vencido el temor a expresar lo que cree, aunque hasta ahora aquí no se ha dado un caso de profesor que tome represalias, pero sabemos que en la producción ocurre, que al atravesado tratan de quitarlo del camino.
Adriana (5to. Lic. Economía, CUPR): Yo creo que se puede hacer siempre la crítica, pero no siempre de un modo abierto. A veces hay que ser solapado.
Miguel Torres (Viceministro 1ro. MES): La universidad no está ni por encima ni por debajo de la sociedad. Lo que nos ocurre es lo que puede ocurrir en el resto de la sociedad. La universidad no es una urna de cristal. No siempre hay el hábito al diálogo y a la polémica. Pero es un problema no de la universidad, sino de nuestro medio, de nuestro desarrollo. Hemos procurado siempre el contacto directo con los estudiantes. Incluso estuvo indicado en los documentos nuestros. Pero tenemos que llegar al momento en que éste sea el papel del profesorado. Los momentos más altos de la educación superior han sido precisamente producto de la democracia estudiantil. Cada congreso de la FEU ha sido un punto de partida para la transformación de la educación superior . Cada vez que ha habido un consejo de la FEU, mecanismos y procedimientos han existido, pero no siempre han sido empleados en el grado que debieran. He escuchado planteamientos de los estudiantes sorprendentes, de cosas incluso reguladas y aprobadas, responsabilidad de quien debió darles la información. Por eso hay que llegar a un nivel superior de interrelación. Pero si el que va al consejo de dirección habla por sí mismo y no como representante de los estudiantes, entonces no…
Marlén Guzmán (5to. Lic. Economía, CUPR): Creo que la universidad sí lo modifica a uno. Además, los conocimientos me han ayudado a combatir cosas con las que no estoy de acuerdo. Sí, me ha hecho mejor.
“El alma del alma mater (V)”; en: Somos Jóvenes, nº 129, La Habana, agosto, 1990.
Deja una respuesta