F. Crick escribía: «En la actualidad sabemos de qué modo el organismo construye sus moléculas, a pesar de que la mayoría no se pueden observar ni a través de los más potentes microscopios; y al mismo tiempo ignoramos en absoluto cómo el organismo crea una flor, una mano, un ojo, órganos que se ven a simple vista. De ahí que hace algunos años se editara en Inglaterra la Enciclopedia del no saber. En ella se recoge, de manera pormenorizada, un compendio de la ignorancia humana: ¿Cómo surgió el mundo circundante? ¿Por qué se extinguieron muchas especies de animales? ¿Cómo se formaron las galaxias? ¿Qué es la conciencia? ¿Qué es el magnetismo? ¿Dónde y cómo el cerebro conserva la información?
El psicólogo W. Weeb reconoce que después de exhaustivos estudios, aún no comprendemos para qué el hombre duerme. Porque solo los dogmas son verdades sin lugar a dudas. En ellos todo es sencillo, unívoco, claro. El dogma es verdad y todo lo que lo niegue es mentira. En contraste, Anatole France decía: «Cuando se empieza a meditar, todo resulta difícil». Y cada nueva verdad trae consigo nuevas verdades que la subyacen y que están aún por determinar. De ahí la utilidad de la nueva enciclopedia que es tan corta (450 páginas) porque incluye sólo lo que ya sabemos que no sabemos.
“Enciclopedia de la ignorancia”, en: Revista Somos Jóvenes,n.º 117, La Habana, agosto de 1989.
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